Los habitantes de la aldea Brisas del Norte en Villanueva ya tienen agua en sus hogares, luego de tres intentos de lograr ese proyecto.
Esta comunidad se ubica en las alturas de dicho municipio. Para llegar a ella se debe atravesar el sector de El Calán y la aldea El Marañón. No existe transporte que recorra Brisas del Norte, por lo que los pobladores deben caminar más de dos horas para trasladarse a lugares como El Calán. Algunas veces esperan que pase un vehículo para lograr 'jalón' y librarse de la caminata hacia arriba. En este sector hay 34 casas de tierra y aunque son muy pequeñas, en ellas habita un promedio de ocho y nueve personas, en su mayoría niños.
No hay energía eléctrica y días atrás tampoco agua, por lo que recorrían varios kilómetros para obtener el liquido vital que se extraía de la creciente llamada El Pacayal. Ese líquido lo usaban para beber, lavar ropa y preparar alimentos.
Realidad
La mayoría de los niños que aquí residen permanecen descalzos. Cuentan con una escuela

El recorrido hacia la comunidad es largo. La periodista de LA PRENSA acompañó a empleados de la Municipalidad de Villanueva.
Para estas personas, el sueño de tener agua fue frustrado en dos ocasiones. Los aldeanos recordaron que, hace varios años, el Programa de Asignación Familiar, Praf, construyó un proyecto de agua, pero a pesar de ser el segundo intento, no dio resultados. Se encargó de realizar este nuevo proyecto de agua una ong conformada por religiosos, con la cooperación de la Municipalidad de Villanueva.
La Ong Middle Tenesse Mission Outreach construye este tipo de obras para beneficiar a familias hondureñas que viven en zonas remotas. <