26/04/2024
03:12 PM

“Tiene información clave”: El Tigre Bonilla salpicaría a otros hondureños

El exjefe policial “no se va a quedar con nada”, analiza el excomisionado policial Leandro Osorio.

San Pedro Sula, Honduras.

Juan Carlos “El Tigre” Bonilla Valladares vio suspendida esta semana la segunda audiencia en que escucharía las acusaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York en su contra, por presuntos vínculos con el narcotráfico. Según analistas, esto podría coincidir con la apertura de Bonilla a negociar con la Fiscalía y entregar información sobre actividades ilícitas en Honduras.

Leandro Osorio, comisionado policial en condición de retiro, asegura que Bonilla y los fiscales neoyorquinos tienen intereses mutuos y que “indica que él (Juan Carlos Bonilla) tiene en su poder información clave y de interés para Estados Unidos”.

“Él no se va a quedar con nada, él como experto en inteligencia policial, profesional del derechos sabe que la única forma para reducir su pena es que negocie y colabore, hay que tomar en cuenta que le han dado un tiempo importante para las negociaciones y eso indica que hay interés mutuo en el caso donde se le acusa de acciones ilícitas”, refirió Osorio a Radio América sobre Bonilla , exjefe de la Policía Nacional (2012-2013) y extraditado hacia Estados Unidos desde Honduras en mayo.

Juan Carlos Bonilla el día de su extradición desde Tegucigalpa hacia Estados Unidos.

Para Osorio, asiduo analista en temática de extradición, “no hay otro camino” para Bonilla. Considera que “El Tigre” posee documentación que involucra “a otras personas” de interés en los casos que Estados Unidos busca montar contra hondureños que solicitaría en extradición y que “no cabe duda que hay una danza de información en juego”.

JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ

Para Osorio, el hecho de que el juez Kevin Castel, encargado del caso contra Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras (2014-2022) y también acusado por narcotráfico, haya pasado a un estatus de confidencialidad, puede interpretarse como “una forma de no alertar a personas que están siendo investigadas en Honduras.

TESTIGO CONTRA JOH

La defensa de Hernández considera que Bonilla declarará en contra del expresidente, aunque dicen desconocer exactamente sobre qué.

“Eso está generando bastante nervios e inquietudes en el país, incluso unos siete policías se entregaron en EEUU”, dijo Osorio al respecto.

“Él tiene información técnica, de mucho valor y a estas alturas la Fiscalía ya debería estarla analizando, es seguro que saldrán relucir cosas que involucre a personas de renombre en el país, ahí se sabrá cómo se han manejado las cosas en Honduras, otros ya se deben estar preparando para ir a testificar, nos solo contra el expresidente, sino contra otras personas”, amplió sobre Bonilla.

CAMINO DE EXTRADICIÓN

Bonilla no trató de evitar su extradición una vez fue arrestado, el 10 de marzo de este año, cuando conducía su pick-up en la carretera CA-5, cerca de Tegucigalpa. Sabía que tendría que enfrentar a la justicia de Estados Unidos una vez la Corte Suprema de Justicia autorizara la extradición.

Cargos contra “El Tigre” Bonilla.

Ramón Matamoros, un abogado asignado por el sistema público, lo representó en los últimos meses en Honduras, cuando en la cornisa de la extradición su caso recobró magnitud al tratarse, presuntamente, según Estados Unidos, de un jefe policial que limpió el camino de capos, incluidos políticos, para enviar toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, valiéndose de su cargo.

Estados Unidos también le asignó un defensor legal público. Bonilla argumenta no tener dinero para pagar un abogado, y menos en Estados Unidos, donde, por casos relacionados al narcotráfico, la representación puede ascender a millones de dólares.

Bonilla se declarará inocente en Estados Unidos, aunque, según su abogado en Honduras, podría colaborar con la justicia dependiendo las pruebas que se presenten. Bonilla está acusado por Estados Unidos de usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos en relación a la conspiración para importar drogas, y usar y portar armas de fuego para promover la conspiración de importación de cocaína.