La falta de madurez política y el conflicto de intereses que se han antepuesto a la elección de los 15 magistrados que integrarán la nueva Corte Suprema de Justicia tiene en vilo a toda la nación y, más allá de ello, ha llamado la atención de la comunidad internacional, que pidió a los padres de la patria llegar a acuerdos enmarcados en ley.
El atraso ha colmado la paciencia de la ciudadanía que ve a los actores políticos, en este caso los 128 diputados y los caudillos de los partidos tradicionales, dilatar el proceso, anteponiendo intereses partidistas.
Entre los primeros en alzar la voz ante la demora está la comunidad internacional. En un pronunciamiento conjunto, las embajadas de Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Reino Unido y Rumania reiteraron “la necesidad de un proceso de elección de la Corte Suprema de Justicia, democrático, transparente y respetuoso con el Estado de Derecho”.
A esta misiva diplomática se unieron en la misma declaración la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea en Honduras (UE).
“Hacemos un llamado a todos los partidos políticos para que dialoguen, eviten un lenguaje polarizador y alcancen un acuerdo dentro del marco constitucional”, expresaron mediante un escrito.
Estos países y organizaciones internacionales están abogando para que todos los actores se abstengan de cualquier acción o expresión desestabilizadora y contraria a la Constitución de la República.
La iglesia
En el mismo sentido, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) excitó a los parlamentarios “a la búsqueda de la paz y la concordia entre las diferentes fuerzas políticas que están representadas en el Congreso Nacional”.
La CEH señaló que las voces que amenazan con una ruptura del orden constitucional, cuando no se ha agotado el procedimiento establecido, pueden propiciar un ambiente en el que no es el imperio de la ley el que prevalezca, sino el de la fuerza.
Desde la Iglesia Católica les recordaron a los diputados que son los primeros llamados a respetar la Constitución de la República y a evitar que se genere una crisis innecesaria, que comprometería la estabilidad y tranquilidad del país.
Gremios y sociedad civil
El temor de que esta situación pudiera salirse de control también derivó en un pronunciamiento de las universidades privadas y de varias organizaciones no gubernamentales como Foprideh, Asonog, Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), entre otras.
Todos ellos indicaron que debe primar el respeto irrestricto a la Constitución de la República, asimismo, advirtieron que un eventual ascenso del conflicto político a una crisis sería devastador para la estabilidad política y economía del país.
A ellos se suman las tres grandes centrales obreras: Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), Central General de Trabajadores (CGT) y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (Cuth).
