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Sepultan a un empresario ejemplar

  • 16 febrero 2011 /

Iban en el mismo vuelo y terminaron siendo velados en la misma funeraria donde sus seres queridos los lloraron ayer.

    Iban en el mismo vuelo y terminaron siendo velados en la misma funeraria donde sus seres queridos los lloraron ayer.

    Carlos Chahín, Sara Villacorta y Julio Alvarenga fueron velados en tres salas distintas de la misma funeraria. Donde reposaba el cuerpo de Julio Adalberto Alvarenga, su esposa e hijos lo lloraban y recibían palabras de consuelo y resignación de quienes los acompañaban en su pesar.

    Era un hombre sencillo, alegre y muy trabajador, decía entre sollozos su esposa, que se resistía a creer lo que pasaba, pero se aferraba a la fe en Dios.

    Dejó un gran legado, decían sus amigos más cercanos, que llegaron a darle el último adiós y lo acompañaron hasta su última morada.

    El presidente de la Asociación Nacional de Avicultores de Honduras, Anavih, Jorge Ulloa, describió a Alvarenga como un empresario emprendedor. Era un hombre sencillo, alegre y tolerante, manifestó.

    “San Pedro Sula y Honduras están llorando a sus muertos, pero nos deja la lección de que la vida debe vivirse como si fuera el último día”, dijo.

    “Para nosotros como avicultores es una reflexión grande y aunque se quieran buscar explicaciones, no nos queda más que aceptar que lo que pasó tiene un propósito. Nos solidarizamos con los familiares, muy humildes pero emprendedores, no hay explicación de este dolor”.

    Es un hombre que debe ser ejemplo de perseverancia. Duele mucho lo ocurrido porque en Honduras se gesta poco empresario y perder tantos en el mismo día es doloroso, dijo Ulloa.

    Los parientes del avicultor recibieron las condolencias del presidente Porfirio Lobo, los ministros Marlon Pascua, Felícito Ávila, Arturo Bendaña y otros funcionarios que llegaron a la funeraria.