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Se agrava la crisis en la Universidad Nacional Agrícola de Catacamas

  • 24 noviembre 2016 /

Universitarios en huelga solicitan que el sacerdote Alberto Gaucci sea el mediador del conflicto ante las autoridades de la UNA.

Tegucigalpa, Honduras.

Seis días han pasado desde que inició la toma de instalaciones de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) en Catacamas por un grupo de estudiantes que exigen la validación de títulos y la renuncia del rector Marlon Escoto.

El lunes anterior, los alumnos comenzaron en horas de la noche un prediálogo con las autoridades del campus en el que solo quedaba pendiente como requisito para la liberación del edificio la renuncia del suspendido rector Marlon Escoto.

Sin embargo, el martes un atentado con un tractor que protagonizó Ángel Andrade, un operador del equipo pesado de la universidad, quien arrastró al menos a 10 jóvenes y dejó cuatro heridos, así como la llegada de Escoto, enredaron el proceso de negociación.

Los estudiantes renunciaron a la instalación de la mesa de diálogo y ayer pedían como único mediador al sacerdote Alberto Gaucci para solventar el conflicto.

Como respuesta a la negativa de los discentes a entregar el campus, el rector Marlon Escoto, quien fue suspendido del cargo por el Consejo de Educación Superior (CES) desde el 12 de agosto, anunció un desalojo de los alumnos la mañana de ayer.

Foto: La Prensa

Con un tractor, un supuesto vigilante del campus universitario estrelló a varios alumnos contra una malla.
Sin embargo, la orden de desalojo no fue ejecutada por el juez local, por lo que como medida de presión las autoridades de la UNA emitieron un comunicado anunciando el despido de 17 docentes que han apoyado a los universitarios durante la toma.

Esmelyn Padilla, maestro del área de agricultura y uno de los que figura en el listado, calificó como un acto cobarde la emisión de un comunicado sin antes comunicarse con ellos.

“Si me quieren despedir por apoyar los jóvenes, pues que lo hagan, pero que al menos tengan la decencia de notificarme frente a frente”, afirmó.

Seguirá la incertidumbre de qué pasará con los títulos de los 621 estudiantes de la UNA que fueron rechazados por la Dirección de Educación Superior mientras no haya un rector que juramentar.