Varios directores de centros educativos revelan que las raciones de merienda escolar que reciben han disminuido en 20%.
La explicación que al parecer les han dado las autoridades educativas es que eso se debe al recorte presupuestario (1,600 millones) que el gobierno de Porfirio Lobo Sosa le aplicó a la Secretaría de Educación.
El temor de los directores es que este año se incremente la deserción por la falta de incentivos, que durante los últimos años ha fortalecido la presencia de los menores en los centros educativos, como la merienda escolar.
Claudia Ramírez, directora de la escuela Alma Rodas de Fiallos, de la aldea Villa Vieja, en la capital, dijo: “Desde el inicio de este año nos dan menos raciones de la merienda escolar”.
La maestra comparó: “Antes lo que nos daban nos ajustaba para 30 y hasta 45 días, pero ahora solo cubrimos 15 días y a veces menos de las dos semanas”.
La merienda escolar beneficia al menos a 1.4 millones de niños de 17,580 escuelas de todo el país.
Debido a la amplitud del programa, los docentes temen que este fenómeno alcance a escuelas en otros departamentos. Pedro Arístides Bonilla, director de la escuela Jorge Roberto Maradiaga, de la colonia Villa Nueva, aseguró: “No solo la merienda escolar se ha recortado, pues hasta el vaso de leche desapareció completamente”.
Segùn Sandra Tejeda, directora distrital del sector 10, que cubre ambas escuelas, “en efecto, el vaso de leche desapareció. Por asuntos presupuestarios no se nos entregó este año”.
Infraestructura
El sistema educativo público sigue sufriendo por el abandono y la desidia de la Secretaría de Educación y del Gobierno en general.
A pesar de que se anunció la inversión para 2013 de unos 2,150 millones de lempiras para mejorar la infraestructura de unos tres mil centros educativos, los directores de las escuelas siguen esperando respuesta para sus peticiones de auxilio.
Ese es el caso de la escuela Jorge Roberto Maradiaga, de la colonia Villa Vieja, que ve cómo se cae a pedazos su biblioteca y sus servicios sanitarios están a punto de quedar inservibles.
