Miami, Estados Unidos.
El hondureño que vivió y creció en la populosa colonia Kennedy de Tegucigalpa y un poco después del huracán Mitch en 1998 decidió buscar nuevos derroteros en Estados Unidos pasará al menos 17 años y medio en prisión.
Vicente Adolfo Solano (de 53 años) intentó proveer material de apoyo al grupo terrorista Estado Islámico (Isis) y un juez lo condenó por planear un atentado con bomba en un centro comercial en Miami, Florida.
Solano se había declarado culpable el pasado 14 de marzo de intentar detonar un explosivo en una zona atiborrada de gente en un popular centro comercial de Miami, informó la Fiscalía en un comunicado, sin detallar el lugar exacto.
A principios de 2017, Solano había dicho a otra persona (quien luego actuaría como informante confidencial) que estaba molesto con Estados Unidos y por tanto quería realizar un ataque en Miami y unirse a Isis.
“Cualquier individuo que conspira para apoyar una organización terrorista extranjera pone a nuestra comunidad local en riesgo y esta amenaza es una prioridad para nuestra Fiscalía y nuestros colegas en las fuerzas del orden”, expresó el fiscal federal para el distrito sur de Florida, Benjamin Greenberg.
Había hablado de sus planes con el informante y dos oficiales del FBI encubiertos. Según la acusación, les proveyó de videos donde hacía declaraciones a favor del EI.
Justo antes de su arresto, Solano tomó lo que creía que era una bomba y entró con ella al centro comercial para llevar a cabo su ataque, sin saber que el dispositivo en realidad no comportaba un riesgo para el público. Fue detenido al entrar al lugar y será repatriado a Honduras cuando cumpla su pena dentro de 210 meses.
¿Quién era?
LA PRENSA visitó el año pasado el lugar donde se crio y quienes lo conocieron desde la niñez y la adolescencia lo describieron como un muchacho tranquilo, amigable, amante del deporte y sociable, por eso a muchos los tomó por sorpresa que haya llegado a tal nivel de radicalismo como para pretender quitarle la vida a personas inocentes.
Solano Bonilla residió hasta los 32 años con sus padres Emperatriz Bonilla y José de la Cruz Solano, ambos ya fallecidos, y sus hermanos en el bloque 14, casa 4, de la zona 2 de la colonia Kennedy, una cuadra arriba de la calle del comercio. En la cancha de fútbol de la localidad practicó el fútbol con el Club Deportivo Talleres Morazán. Ingresó a secundaria en el instituto Abraham Lincoln, pero no concluyó sus estudios y después del huracán de 1998 decidió emigrar a EEUU, donde ahora purgará una condena.
El hondureño que vivió y creció en la populosa colonia Kennedy de Tegucigalpa y un poco después del huracán Mitch en 1998 decidió buscar nuevos derroteros en Estados Unidos pasará al menos 17 años y medio en prisión.
Vicente Adolfo Solano (de 53 años) intentó proveer material de apoyo al grupo terrorista Estado Islámico (Isis) y un juez lo condenó por planear un atentado con bomba en un centro comercial en Miami, Florida.
Solano se había declarado culpable el pasado 14 de marzo de intentar detonar un explosivo en una zona atiborrada de gente en un popular centro comercial de Miami, informó la Fiscalía en un comunicado, sin detallar el lugar exacto.
A principios de 2017, Solano había dicho a otra persona (quien luego actuaría como informante confidencial) que estaba molesto con Estados Unidos y por tanto quería realizar un ataque en Miami y unirse a Isis.
“Cualquier individuo que conspira para apoyar una organización terrorista extranjera pone a nuestra comunidad local en riesgo y esta amenaza es una prioridad para nuestra Fiscalía y nuestros colegas en las fuerzas del orden”, expresó el fiscal federal para el distrito sur de Florida, Benjamin Greenberg.
Había hablado de sus planes con el informante y dos oficiales del FBI encubiertos. Según la acusación, les proveyó de videos donde hacía declaraciones a favor del EI.
Justo antes de su arresto, Solano tomó lo que creía que era una bomba y entró con ella al centro comercial para llevar a cabo su ataque, sin saber que el dispositivo en realidad no comportaba un riesgo para el público. Fue detenido al entrar al lugar y será repatriado a Honduras cuando cumpla su pena dentro de 210 meses.
¿Quién era?
LA PRENSA visitó el año pasado el lugar donde se crio y quienes lo conocieron desde la niñez y la adolescencia lo describieron como un muchacho tranquilo, amigable, amante del deporte y sociable, por eso a muchos los tomó por sorpresa que haya llegado a tal nivel de radicalismo como para pretender quitarle la vida a personas inocentes.
Solano Bonilla residió hasta los 32 años con sus padres Emperatriz Bonilla y José de la Cruz Solano, ambos ya fallecidos, y sus hermanos en el bloque 14, casa 4, de la zona 2 de la colonia Kennedy, una cuadra arriba de la calle del comercio. En la cancha de fútbol de la localidad practicó el fútbol con el Club Deportivo Talleres Morazán. Ingresó a secundaria en el instituto Abraham Lincoln, pero no concluyó sus estudios y después del huracán de 1998 decidió emigrar a EEUU, donde ahora purgará una condena.
