“La situación en el hospital es muy difícil, tenemos que comprar desde una bolsa de suero, pagar exámenes en clínicas privadas, hasta comprar medicinas, y somos personas muy humildes”, resintió Gladys Landaverde, una joven madre cuya hija permanece ingresada en el Hospital Regional de Occidente.
“Desde el martes ingresaron a mi hija de cinco años porque tiene neumonía, desde ese día he tenido que comprar todos los medicamentos que receta la doctora. Solo en medicinas para nebulizaciones he gastado más de 700 lempiras”, indicó la entrevistada.
Los relatos como los de Landaverde, actualmente en el hospital abundan, ya que el centro asistencial nuevamente atraviesa momentos de escasez.
“La próxima semana operarán a mi hija, pero para ingresarla he tenido que pagar exámenes en clínicas privadas, me han pedido hasta gazas y agua oxigenada, creo que esto ya es demasiado”, indicó otra de las madres de la sala de pediatría del centro. Autoridades administrativas aseguran que el desabastecimiento del hospital incluye medicinas para tratar cuadros básicos.
Víctor López, administrador del centro, aseguró que “cuando recibí la administración encontré un hospital prácticamente quebrado, pero ya vamos saliendo y viendo la luz”.
López indicó que en las próximas horas ingresará un contenedor con medicamentos, que mientras tanto se ha trabajado para abastecer la cocina, ya que hace unos meses los enfermos no tenían más que frijoles y tortillas para sus dietas. “Hacemos un llamado que hagan algo por este hospital, a mí me tocó comprar hasta el suero que le van a poner a mi hermanito, soy un agricultor y me cuesta mucho ganarme cada centavo” expresó Marco Tulio Guevara.