La existencia de un proyecto de decreto de Amnistía Social dado a conocer por el secretario del Interior y Población, Áfrico Madrid, ya es cuestionado por representantes de organizaciones que han apoyado
la rehabilitación de jóvenes en el país.
El obispo auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, sostiene que el proyecto de dar aministía social a los pandilleros es un tema que debe ser bien estudiado, sobre todo a quienes iría dirigida esa rehabilitación de jóvenes.
El martes anterior en reunión de Consejo de Ministros, Madrid anunció el proyecto de decreto orientado a reinsertar a la sociedad a todas aquellas personas que se arrepientan y decidan dejar las maras o pandillas juveniles
“Será un mecanismo para que las personas que se arrepientan de su conducta antisocial puedan reincorporarse a la sociedad previamente a su renuncia de seguir utilizando la violencia y entregar las armas que han usado en contra de la comunidad”, expresó el ministro del Interior.
Ante la propuesta, monseñor Emiliani lamentó que no se les integrara en la iniciativa. “Nos hubiera gustado mucho que nos hubieran consultado a los que hemos estado un poco más metidos en la rehabilitación de los jóvenes, hubieran socializado más el proyecto, lamento que no se haya hecho eso”, afirmó el religioso.
Emiliani cuestiona que aun no esté claro si la propuesta es para los que están en prisión o en la calle.
“Debe haber un programa”
“Todos los jóvenes merecen una nueva oportunidad, pero si se va a liberar estos muchachos debe haber un programa en la calle, de oficio, de empleo y de seguimiento personal para cada uno, para ver como va el proceso de rehabilitación”, dijo el líder religioso. Hay algunas personas que son psicópatas, es decir, debe haber un tratamiento diferente, psiquiátrico y eso merecería un plan diferente, por eso hay que estudiar cada caso”, agregó Emiliani.
Mientras el capellán de la Policía Nacional y vicepresidente de la Comisión Internacional Anglicana de Justicia y Paz, reverendo José Luis Mendoza, asegura que es una oportunidad pero debe contarse con un plan de readaptación y reinserción social.
“Hay que presentar un plan de readaptación y reinserción. Hay que darles una nueva identidad a estos jóvenes, moverlos de su espacio, su entorno hacia otro para que comience a hacer una nueva vida, pero si los dejamos en el mismo lugar posiblemente se exponen para que el resto de compañeros que tienen su código de honor, los maten”, expuso.
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