Los rebeldes tomaron ayer el control del cuartel general de Muamar Gadafi en Trípoli, asestándole un duro golpe al moribundo régimen, aunque sigue sin saberse dónde se encuentra el líder libio.
“Los rebeldes tiraron abajo las murallas de cemento del complejo e ingresaron en él. Han tomado Bab al Aziziya (cuartel general de Gadafi) totalmente, se acabó”, indicó el corresponsal de la AFP, que se hallaba dentro del recinto junto a los rebeldes.
En ese complejo, de una superficie de varios centenares de metros e integrado por varios edificios, los insurgentes se apoderaron de varias armas.
“Se han hecho con reservas de municiones, ametralladoras y pistolas”, contó el corresponsal de la AFP.
Imágenes divulgadas por la cadena Al Jazeera mostraron a un joven rebelde encaramado en una escultura que representa un puño aplastando a un avión (símbolo de los ataques aéreos estadounidenses contra este recinto en 1986) para intentar destruirla.
Dantesco
Varios cuerpos estaban esparcidos por el complejo del líder libio, aparentemente de soldados leales a Gadafi, constató el corresponsal, quien indicó que había además numerosos heridos.
Al anochecer de ayer se ignoraba el paradero de Gadafi y de su entorno. Horas antes, uno de sus hijos, Saif al Islam, había asegurado que su padre seguía en la capital libia.
“Bab al Aziziya está completamente bajo nuestro control. El coronel Gadafi y sus hijos no estaban en el lugar”, confirmó el coronel insurgente Ahmed Omar Bani en Benghazi, la capital rebelde en el este del país. “Nadie sabe dónde están”, añadió.
“Estamos convencidos de que Gadafi se fue de Trípoli”, declaró Fathi Terbel, miembro influyente del Consejo Nacional de Transición, CNT, órgano político de la rebelión.
Victorioso
El comandante militar de los rebeldes en Trípoli afirmó que sus hombres “ganaron la batalla” de la capital tras haber tomado el control del cuartel general de Gadafi.
“Hemos ganado la batalla militar. Huyeron como ratas”, declaró Abdelhakim Belhaj a Al Jazeera, en directo desde Bab al Aziziya, poco después su caída en manos de los rebeldes.
El número dos de la rebelión, Mahmud Jibril, dijo desde Doha que “la transición comienza de inmediato” para construir una “Libia nueva”.
“Construimos ahora una Libia nueva, con todos los libios como hermanos para une nación unida, civil y democrática”, añadió Jibril.
“Habrá una primera elección constitucional, pero antes pedimos ser dignos de la revolución y construir un nuevo país”, agregó.
El CNT fue oficialmente creado el 27 de febrero en Benghazi (este), en los días después del inicio de la rebelión popular contra el régimen del coronel Muamar Gadafi.
La “declaración constitucional”, última hoja de ruta elaborada por los rebeldes en previsión de la caída del coronel Muamar Gadafi, prevé desde “la liberación” la transferencia del CNT de Benghazi a Trípoli y luego el nombramiento, en un plazo máximo de treinta días, de una oficina ejecutiva temporal o gobierno interino, encargado de manejar los asuntos del país.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a la “reconciliación” en Libia en una conversación telefónica con el líder rebelde Mustafá Abdel Jalil, informó un portavoz.
Una de las primeras reacciones a estos acontecimientos en Libia provino este martes de Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez aseveró que su país reconoce en Libia “un solo gobierno, el que dirige Muamar Gadafi”.
“Reconocemos un solo gobierno, el que dirige Muamar Gadafi. Ratificamos nuestra solidaridad con el pueblo libio, hermano agredido y bombardeado”, dijo Chávez durante un consejo de ministros transmitido en cadena por todas las radios y televisoras venezolanas.
Los combates que tienen lugar desde hace tres días en Trípoli han dejado más de 400 muertos y 2,000 heridos, anunció ayer el presidente del CNT, Mustafa Abdeljalil.
“Según nuestras primeras informaciones, los muertos durante la operación, que ha durado tres días, suman algo más de 400. Y los heridos son 2,000”, declaró Abdeljalil a la televisión France24.
Presión internacional
El presidente francés Nicolas Sarkozy, tras hablar por teléfono con su homólogo estadounidense Barack Obama, dijo que la coalición internacional proseguiría su “esfuerzo militar” hasta que “Gadafi y su clan” depongan las armas. Los rebeldes, que habían ingresado en Trípoli el sábado por la noche, decidieron lanzar este martes el asalto contra la residencia de Gadafi tras haber recibido refuerzos de combatientes del enclave de Misrata.
Casi al mismo tiempo, los rebeldes libios afirmaron este martes haber tomado el puerto petrolero de Ras Lanuf en la carretera que conduce a Sirte, ciudad natal de Gadafi.
Las fuerzas leales a Muamar Gadafi tiraron varios misiles Scud anoche desde las inmediaciones de Sirte, ciudad natal del dirigente libio, contra el enclave de Misrata, que controlan los rebeldes, según los alzados locales.
“Misiles Scud fueron lanzados contra Misrata. Se oyeron potentes explosiones”, afirmó en un comunicado el centro de medios de comunicación del Consejo Militar de Misrata, ciudad situada algo menos de 250 km al noroeste de Sirte.
El comunicado rebelde no da ninguna precisión más. La información no fue confirmada por fuentes independientes.
Las fuerzas gadafistas dispararon un Scud el lunes desde Sirte en dirección a Misrata, sin causar aparentemente víctimas ni desperfectos, según la OTAN.
El 15 de agosto, Estados Unidos afirmó que las fuerzas fieles al régimen habían lanzado un Scud, también desde Sirte, contra posiciones rebeldes de Brega, ciudad situada 240 km al suroeste de Benghazi (este). El proyectil impactó en el desierto sin causar víctimas.
Los rebeldes se apoderaron la noche del martes del complejo residencial del coronel Gadafi en Trípoli, donde no quedaba rastro del guía libio y los suyos.
Avanzando por el este y el oeste, también han estrechado el cerco sobre Sirte, donde empezaron la noche del martes unas negociaciones con las tribus locales a las puertas de la ciudad para obtener una rendición pacífica.