11/09/2024
12:57 AM

'Queremos que esas armas salgan del país”

Las declaraciones que la abogada Judith Alemán brindara unas semanas antes del atentado que la mantiene debatiéndose entre la vida y la muerte y que fueron publicadas ayer, han estallado como pólvora en los oídos del alto mando de las Fuerzas Armadas de Honduras.

    Las declaraciones que la abogada Judith Alemán brindara unas semanas antes del atentado que la mantiene debatiéndose entre la vida y la muerte y que fueron publicadas ayer, han estallado como pólvora en los oídos del alto mando de las Fuerzas Armadas de Honduras.

    Ella asegura que el arsenal custodiado por las Fuerzas Armadas desde 2002 en el Comando de Apoyo Logístico del Ejército, Cale 4, en Naco, Cortés, 'son el depósito que el crimen organizado tiene en Honduras'.

    Pese a la seriedad de las acusaciones de la profesional del derecho, más que preocupación, generaron en la institución castrense asombro porque afirman que como institución responsable de velar por la seguridad del arsenal, que no es del Estado, tienen un 'gran peso sobre sus hombros que ya se quieren quitar de encima'.

    El responsable de dar a conocer la situación actual de la custodia de las armas, fue el teniente coronel de artillería y comandante del Cale 4, José Antonio Sánchez Aguilar.

    'Las Fuerzas Armadas y yo como responsable directo de la seguridad de la artillería respetamos la opinión de Alemán, pero en ningún momento comulgamos con ella', apuntó Sánchez.

    Gran responsabilidad

    El comandante agregó: 'Tener esas armas aquí es un problema para mí. Duermo con un ojo abierto y el otro cerrado. Los soldados que tengo aquí son de mi entera confianza. No acepto soldados de acá, mis soldados son de Intibucá y de Lempira. Si se me va uno traigo otro de allá. Tengo escogidos seis hombres de mi entera confianza para que me cuiden esa bodega las 24 horas', recalcó.

    Garantizan seguridad

    Con total apertura, el coronel Sánchez mostró los rigurosos mecanismos de seguridad que implementan a diario para mantener fuera del alcance de extraños el armamento de guerra que entró al país en condiciones no esclarecidas en la década de los 80.

    'En un 100% garantizamos que desde hace tres años la bodega con armas que pertenecen a Mario Delamico están bajo la custodia del Juzgado Cuarto de Letras de San Pedro Sula y nosotros lo cuidamos la 24 horas al día'.

    El teniente coronel Suazo afirma que 'debe estar 100% segura la población de Honduras que en ningún momento la institución se va a prestar a eso -a que las armas lleguen a manos del crimen organizado- y que las armas van a estar como las tiene el juzgado allí.

    Esas armas son de Mario Delamico. Están en una bodega aparte, totalmente bajo custodia y seguridad y no tenemos acceso a ellas. Es parte de la seguridad nacional cuidarlas y tenemos que apoyar a los juzgados en la protección. Ya se sabe quién es el dueño y porque no salen de acá'.

    Planearon sacarlas

    Entre septiembre y octubre del año pasado, el Juzgado y las Fuerzas Armadas alistaron todo un plan para sacar del país la artillería propiedad de la empresa panameña Longlac Enterprise Inc. Suazo aseguró que a la hora que les digan saquen esas armas lo harán, pero esa orden sólo la esperan del Juzgado a cargo del caso.

    'El inventario está en los juzgados. La llave la tiene el juzgado. Yo no puedo entrar ahí, incluso la institución hizo un plan para que Delamico sacara esas armas. Vino la jueza, vino el comandante de 105 Brigada, vinieron personalidades de Tegucigalpa pero cuando abrió la bodega la jueza no permitió que se las llevaran, debido a la deuda que tiene Delamico con la abogada Judith Alemán. Esa deuda de 23 millones de la que ella misma habla', señala el teniente. Recalcó que ése es el motivo principal por el cual esas armas no salen del país. 'Si esa deuda se la cancelan a la licenciada Alemán estas armas salen inmediatamente. Somos los principales interesados en que ya no estén en el país porque atentan contra la seguridad nacional', afirma.

    Rigurosa inspección

    El año anterior, las armas que están en depósito en el Cale 4, en el batallón de Naco, fueron objeto de una minuciosa inspección por parte de militares de Estados Unidos y Honduras. Los soldados norteamericanos revisaron cada caja que guarda celosamente armas como AK-47, Fal, granadas, bombas, minas, entre otros, además les tomaron fotografías. En la supervisión participó la jueza Mélida Azucena Paredes. Se informó que los militares norteamericanos elaboraron un informe para determinar el destino que se le puede dar al armamento, ya que se habló de una destrucción. No se supo más de sus planes.

    Las frases de Judith Alemán

    'Hay interés de que las armas estén guardaditas porque ése es el almácigo que tiene el crimen organizado, coludido con alguien'.

    'Últimamente ha habido noticias de que en Honduras están traficando con armas, ¿de dónde más puede ser? De ahí, así de sencillo'.

    'La causa imputable, porque las armas no se han entregado es porque la orden del juzgado la desvaneció el Ministerio de Defensa'.

    'Un juzgado de SPS falló que me pagaran 23 millones, más intereses y yo les digo que soy una persona abierta. Negociémoslo'.

    Armas 'desaparecidas' ligadas con las Farc

    El 10 de junio de 2005, la Secretaría de Defensa, dirigida por el ex ministro Federico Brevé, confirmó que varias de las armas misteriosamente desaparecidas del arsenal propiedad del cubano Mario Delamico iban dirigidas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc. Entonces, también se determinó que algunas armas eran parte del inventario del Ejército hondureño. Antes de dar con las armas encontradas en una hacienda al este del municipio de Choloma, se había abierto una investigación por la pérdida de unos 500 fusiles del lote entregado en depósito al Ejército por comerciantes de armas en 1986. 'Se han hecho inspecciones, tenemos informes de posibilidades de pérdida de equipo, obviamente se han iniciado las investigaciones para poder establecer qué se perdió y además de eso establecer quiénes pueden ser los responsables', precisó el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Isaías Barahona. El arsenal es propiedad de una empresa del cubano estadounidense Mario Delamico, presunto vendedor de armas que tenía conexiones con altos oficiales hondureños en los años 80.

    En Cuba él fue señalado por cierto sector como 'terrorista, traficante de armas y muy amigo del catalogado terrorista Luis Posada Carriles'. Las armas fueron entregadas en 1986 en depósito a las FF AA por parte de comerciantes encabezados por Delamico, con opción a compra en momentos en que el país estaba al borde de una guerra con Nicaragua. Entre las armas en custodia hay fusiles Fal (de asalto ligero), ametralladoras, artillería tierra-tierra y pequeños misiles tierra-aire.

    ¿Cómo llegaron las armas hasta Naco?

    Según registros, Roberto Suazo Córdova tuvo reponsabilidad en el depósito de las armas almacenadas por la empresa Longlac Enterprise, en Naco.

    El convenio de las armas se firmó tras el golpe de barraca que defenestró a Gustavo Álvarez Martínez como número uno de las FF AA.

    En el escándalo de las armas de Naco sonaron los nombres de Humberto Regalado Hernández, Suazo Córdova, Walter López R. y el ex presidente José Azcona.

    El 20 de octubre del 2000, el juez Walter Paz del Juzgado Cuarto de Letras de lo Criminal de SPS ordenó a las FF AA entregar las armas a Delamico.