Tegucigalpa, Honduras.
Cientos de indígenas protestaron ayer en la capital contra el Gobierno por permitir la explotación de madera en sus comunidades y en demanda de la libertad de campesinos presos por defender sus tierras.
Unos 400 indígenas lencas procedentes del departamento de Intibucá se manifestaron frente a la casa de gobierno.
“Nos están destruyendo los bosques en nuestras comunidades, están destruyendo áreas de cuencas de los ríos”, denunció el líder de la protesta, Salvador Zúniga. Zúniga aseguró que los depredadores reciben permisos del estatal Instituto de Conservación Forestal (ICF) para explotar los bosques en áreas indígenas.
Los manifestantes exigieron también la libertad de seis campesinos presos y la condonación de unos ocho millones de dólares en deudas de pequeños agricultores con el estatal Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa).
“Nos tienen seis compañeros presos en Yamaranguila (departamento de Intibucá) acusados de usurpación y robo por defender los territorios de los destructores del bosque”, aseguró Zúniga.
El dirigente se quejó de que a los campesinos les cobran las deudas asumidas con Banadesa, mientras que a los grandes terratenientes se las condonan, y criticó que el Gobierno esté hablando de cerrar el banco.
