Estudiar no es sinónimo de éxito en este país. Médicos, ingenieros y licenciados en diversas ramas deben renunciar a sus sueños profesionales y buscar ejercer otra labor con el fin común en esta isla: ganar dinero extra.
Por lo general, todos estos profesionales se refugian en el trabajo del transporte y turismo para tener un contacto con el extranjero y así obtener propinas, las cuales, la mayoría de veces sobrepasa el salario que reciben de 20 dólares mensuales.
'Yo soy licenciado en deportes y me dediqué al transporte porque gano más con esto. Realmente de nada te sirve estudiar si al final ganas igual que cualquier profesional o alguien que sólo cursó el bachillerato', me dijo Henry, quien se dedica a manejar un taxi.
Don Julio tiene una licenciatura en Ciencias Sociales y fue docente de la Universidad de La Habana por más de 10 años. 'Me gusta mucho mi profesión, pero con el pasar de los años y al tener una familia a mi cargo, el sueldo se volvió insuficiente. Por eso desde hace más de cinco años me dedico al transporte', dijo.
Pero tampoco es fácil ser un conductor público en esta isla. Para serlo, los aspirantes deben someterse a una serie de exámenes como de la vista, manejo y hasta de cultura general, pues si su pasajero es un extranjero deben conducirlo por los lugares turísticos de esta ciudad.
Las propinas deben ser reportadas en las oficinas estatales porque luego son divididas entre todos y el kilometraje debe coinciderles con el registro de las carreras que hicieron durante el día.
Don Vicente también es profesional universitario, es ingeniero pero labora como portero de un hotel. 'No tuve la oportunidad de ejercer la carrera. Y aquí no me va mal', compartió.
Maité es secretaria, pero abandonó las oficinas y ahora es dependienta de una tienda de artesanías. 'Mira, yo tengo tres hijos y soy madre soltera. Con lo que ganaba en la empresa no me ajustaba para nada.
Aquí gano unos pesos extras, los turistas son muy condescendientes con nosotros', me platicó. Un turista al que atendía le entregó cinco dólares de propina. 'Oye, estás seguro?, no crees que me estás dando mucho dinero', le dijo Maité.
Los pintores y artesanos tampoco pueden obtener éxito económico con su talento. Todo lo que crean es de el Estado y lo tienen que exponer en las diversas tiendas.
De las ventas, el 50 por ciento le corresponde al Gobierno. Muchos lo que hacen es ingresar a los puestos de ventas diferentes artesanías de las que no tienen inventariadas, se ponen de acuerdo con los vendedores y luego se reparten las ganancias.
Los cubanos dicen que los profesionales que corren con más suerte son los médicos y los maestros porque tienen más oportunidades de salir del país a través del Gobierno. Otros prefieren emigrar y desarrollar de forma anónima su carrera al país donde llegan.
Lo cierto es que la mayoría de graduados universitarios en esta isla viven frustrados profesionalmente, su consuelo es al menos tener lo necesario para comprar la ropa y zapatos a sus hijos.
