El presidente hondureño Juan Orlando Hernández estuvo presente ayer en la ceremonia de canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII, un histórico momento que captó la atención del mundo entero.
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El mandatario de Honduras llegó a la Ciudad del Vaticano el sábado, día en que tuvo una reunión privada con el papa Francisco por más de 20 minutos.
Hernández viajó al Vaticano con su esposa, sus cuatro hijos y su madre.
El Presidente hondureño también asistió a la canonización por invitación de la Santa Sede, gesto que demuestra la cercanía y cordialidad que ha existido a través de los años entre ambos Estados.
El mandatario acudió a la canonización acompañado por su esposa Ana de Hernández.
La comitiva que acompañó al mandatario hondureño fue conformada por 17 personas, incluida su familia; Mauricio Oliva, presidente del Congreso; y Jorge Rivera Avilés, titular de la Corte Suprema de Justicia.
Durante la reunión que Hernández tuvo el sábado con el papa Francisco, el mandatario le pidió al pontífice orar por Honduras y le entregó como presente una escultura de madera de la Virgen de Suyapa, patrona de los hondureños.
La ocasión fue propicia para que Hernández invitara al papa Francisco a visitar el país.
Honran al papa Juan Pablo II
En conmemoración de la canonización del papa Juan Pablo II en Roma, ayer fue develado en Tegucigalpa un monumento en su honor, el cual lleva por nombre “El mensajero de la paz”.
La canonización de Juan Pablo II causó gran expectativa entre los hondureños, pues es recordado en Honduras con especial cariño, ya que visitó el país hace 31 años. El “Papa viajero”, como lo llamaban en vida, llegó a territorio hondureño el 8 de marzo de 1983.
El monumento al pontífice “mensajero de la paz” está frente al Santuario de Suyapa.
Para recordar al Papa y honrar su memoria, cientos de personas acudieron ayer a admirar la hermosa escultura.