La Ceiba, Honduras.
A pesar de que en los últimos meses se ha logrado abastecer de medicinas y otras necesidades básicas, en el Hospital Regional Atlántida aún hay servicios que no están al alcance de centenares de pacientes que llegan a diario en busca de atención especializada.
Lo sucedido al sexagenario Santos Fito Burgos Amador el pasado lunes, cuando sus familiares tuvieron que trasladarlo desde este centro asistencial en un camilla bajo el inclemente sol en plena vía pública a una clínica privada para hacerle un examen radiológico, deja en evidencia las carencias.
Así, Óscar pudo trasladar a su madre Soneida García, una anciana de 64 años que reside en la colonia El Herrero de esta ciudad.
“Gracias a Dios llegó a tiempo; si no, hubiéramos tenido que hacer lo mismo que hicieron con el paciente el pasado lunes: tener que cargarlo por la calle en una camilla”, musitó Escobar. Esa es la realidad diaria de muchas personas porque lo básico en este centro asistencial no es suficiente para calmar sus males. “Algunas medicinas, como antibióticos, me las han dado, pero otras cosas tengo que comprarlas y sin dinero todo es caro para nosotros”, comentó Alberto Díaz cuando regresaba de comprar yeso para aplicarle a un hijo suyo que se encuentra internado a causa de un balazo que recibió en una extremidad inferior.
Leda Amador, directora de este centro asistencial, indicó que hay una ambulancia para trasladar pacientes a otros centros de referencia.
“Sale de dos a tres veces al día de la ciudad, pero el hospital hace todo lo que está a su alcance. Si en ese momento no cuenta con una ambulancia, se le envía en otra unidad que gestionamos”, explicó.
En cuanto al servicio de rayos equis, indicó que una de las proyecciones no se puede angular y eso imposibilita dar atención completa. Solo esta reparación vale 10,000 dólares.
A pesar de que en los últimos meses se ha logrado abastecer de medicinas y otras necesidades básicas, en el Hospital Regional Atlántida aún hay servicios que no están al alcance de centenares de pacientes que llegan a diario en busca de atención especializada.
Lo sucedido al sexagenario Santos Fito Burgos Amador el pasado lunes, cuando sus familiares tuvieron que trasladarlo desde este centro asistencial en un camilla bajo el inclemente sol en plena vía pública a una clínica privada para hacerle un examen radiológico, deja en evidencia las carencias.
VIDEO: En camilla por la calle trasladan a paciente a un hospital
No hay servicio de radiología ni tomografía, lo cual obliga a los parientes de enfermos a pagar por estos exámenes en clínicas privadas. Los pacientes lamentan a diario la falta de servicios elementales en este establecimiento público.
“Necesitamos sacar a mi madre a un centro privado para hacerle una tomografía porque no tienen este equipo y tampoco hay ambulancia. Tenemos cinco horas de estar esperando y no contamos con dinero para pagar una privada”, lamentó ayer Óscar Escobar, quien el pasado lunes ingresó a su madre con este mal.
Cuando pensaba qué hacer llegó la única ambulancia de este centro hospitalario, que andaba fuera de la ciudad dejando a otro paciente.
 Óscar Escobar -izquierda- tuvo que esperar horas para trasladar a su madre en una ambulancia a otro centro.
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“Gracias a Dios llegó a tiempo; si no, hubiéramos tenido que hacer lo mismo que hicieron con el paciente el pasado lunes: tener que cargarlo por la calle en una camilla”, musitó Escobar. Esa es la realidad diaria de muchas personas porque lo básico en este centro asistencial no es suficiente para calmar sus males. “Algunas medicinas, como antibióticos, me las han dado, pero otras cosas tengo que comprarlas y sin dinero todo es caro para nosotros”, comentó Alberto Díaz cuando regresaba de comprar yeso para aplicarle a un hijo suyo que se encuentra internado a causa de un balazo que recibió en una extremidad inferior.
Leda Amador, directora de este centro asistencial, indicó que hay una ambulancia para trasladar pacientes a otros centros de referencia.
“Sale de dos a tres veces al día de la ciudad, pero el hospital hace todo lo que está a su alcance. Si en ese momento no cuenta con una ambulancia, se le envía en otra unidad que gestionamos”, explicó.
En cuanto al servicio de rayos equis, indicó que una de las proyecciones no se puede angular y eso imposibilita dar atención completa. Solo esta reparación vale 10,000 dólares.
