Jutiapa.
Más de una década llevan viviendo con la amenaza de ser arrollados por el río Papaloteca los habitantes de la comunidad de Armenia, en Jutiapa, Atlántida.
Varias casas han sido destruidas y arrastradas debido al avance que desde hace 15 años está tomando hacia la comunidad garífuna este caudal. El temor es evidente con la llegada del invierno, época en que este río se desborda violentamente, llevándose lo que encuentra a su paso.
La colonia Tiburón de esta comunidad de pescadores ha sido la más afectada.
“Cada vez que crece el río deja destrucción. Unas ocho casas ya han sido destruidas, por lo cual pedimos al Gobierno que nos apoye en este asunto, pues hay muchas vidas en peligro y hay casas que están a punto de perderse”, expresó Luis Alonso Martínez, habitante de esta comunidad.
Pese a que se han hecho obras de mitigación para evitar el avance del río hacia la aldea, estas han sido superadas y divididas por las corrientes embravecidas del río.
“Desde abril del año pasado estamos en gestión para que se hagan trabajos aquí, ya que cada día la situación va empeorando. Muchas casas ya se las llevó y no podemos seguir esperando a que esto siga”, manifestó Digna Ávila, presidenta del patronato de esta comunidad.
Unas cuatro mil personas se encuentran en riesgo en esta zona. “Tenemos muchos niños y ancianos, por ello pedimos a las autoridades centrales que atiendan nuestro clamor, ya que llevamos más de 15 años pidiendo obras de protección”, demandó.
La comunidad sugiere la construcción de un enchapado. “Estamos demandando un empedrado; necesitamos una obra segura, ya que cuando el río crece las corrientes pegan en la tierra y la van labrando hasta destruir. No queremos un paliativo”, dijo Ávila.
Las autoridades locales llevan años con esta preocupación. “Lastimosamente es un proyecto grande, se necesita mucho dinero para la construcción de un bordo para evitar inundaciones. A nivel local no tenemos esa capacidad para ejecutarla”, comentó el alcalde Noé Guardado. Anunció que para el próximo 30 de mayo está planificada una reunión con Insep en Tegucigalpa, hasta donde se movilizarán también los dirigentes.
Hace unos años se elaboró un estudio para construir un bordo en 13 kilómetros de este río y el presupuesto fue 30 millones de lempiras, cantidad que no estaba en la capacidad de la alcaldía. Las autoridades y comunidad lograron hacer unos 100 gaviones, pero no fueron suficientes para colocarlos en los más de 300 metros donde el río ha hecho mayores daños.