Una celebración dedicada a los niños en la base aérea Armando Escalón de La Lima al norte de Honduras terminó en tragedia ayer cuando el piloto de un helicóptero murió al estrellarse en uno de los muros de las instalaciones.
La tragedia hubiera sido mayor de no ser porque el piloto hondureño Romel Ortega Bueso, de 35 años, hizo desesperadas maniobras para evitar que el aparato cayera sobre los infantes, quienes disfrutaban de una jornada de alegría por haberse celebrado el 10 de septiembre el día dedicado a ellos.
Alcaldía los agasajaba
La actividad, organizada por la Municipalidad sampedrana, tuvo como principales invitados a unos 1,600 alumnos de varias escuelas y guarderías infantiles de la ciudad, los que estaban siendo festejados con la colaboración de unos 150 efectivos de la base aérea Armando Escalón. La Dirección Noroccidental de Transporte apoyó la actividad trasladando hasta la unidad militar a los hijos de policías, personal de barrido de calles, bomberos, y menores de los jardines de educación preescolar de la ciudad. La celebración estaba en su apogeo a eso del mediodía. Los pequeños reventaban alegremente las piñas y disfrutaban de variados bocadillos cuando el helicóptero comenzó a descender amenazante para luego estrellarse en el muro.
Lo descontroló un árbol
Los testigos aseguran que Ortega, quien laboraba para una empresa privada dedicada a servicios aéreos, pilotaba la aeronave marca Bell Jet Ranger III, negra, matrícula Alfa HR-AVL sobre el campo de fútbol de la base. Aproximadamente cuarenta de los menores que asistían al evento se habían congregado en ese área al momento de la desgracia.
La muerte le llegó al capitán al tratar de evitar que el aparato cayera sobre los niños. El helicóptero comenzó a descender sin control luego de que su cola pegó en un árbol, lo que hizo perder al piloto su plan de vuelo. A Ortega no le quedó otra alternativa que enfilar la nave hacia el muro perimetral, adonde se estrelló.
Bomberos lo asistieron
Elementos del Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula, que demostraban sus destrezas a los niños, auxiliaron a Ortega, pero lamentablemente había fallecido instantáneamente. Un niño de seis años fue el único lesionado, pues se encontraba cerca de la escena y una de las ramas del árbol fracturó su brazo. De inmediato el personal de Bomberos y de la Fuerza Aérea Hondureña lo trasladaron de emergencia para ser atendido en la sala de pediatría del Instituto Hondureño de Seguridad Social adonde anoche lo habrían operado.
El comandante de la base aérea Armando Escalón, Juan Carlos Gonzales, expresó su pesar por la pérdida de un ex integrante de la Fuerza Aérea Hondureña.
