'La Cuaresma es para ir pasando de la muerte a la vida, del egoísmo a la generosidad y de los pecados a la gracia de Dios'. Con un mensaje reflexivo, el padre Raúl Najarro celebró ayer la segunda misa de Miércoles de Ceniza que marca el inicio de la Cuaresma.
Su mensaje fue sencillo, pero directo. 'Lo que hagas con la mano derecha que no lo sepa la izquierda, pero hazlo. Cuando ayudes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que tu ayuno lo vea el Padre, quien te recompensará'.
Las puertas principales de la catedral San Pedro Apóstol fueron cerradas por la interferencia que ocasionaba una protesta frente a la iglesia.
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El sentido de la Cuaresma
El sacerdote explicó a los fieles que la ceniza es símbolo de cosas por las que nos afanamos y no valen nada. No dan calor ni luz a nadie, agregó.
Muchas veces, debajo de las cenizas hay brasas. Para eso es la Cuaresma: para avivar la vida y alejar las cosas que no valen nada, explicó con énfasis.
'¿Para qué tenemos a Dios? ¿De qué nos sirve? ¿Para qué nos ayuda hablar mal de los demás, hacer heridas? Para eso está la Cuaresma, para botar las cenizas y darle paso a la llama de la fe. Hay que acabar con esas cenizas, con todas las tontadas', refirió el sacerdote.
Ahondó en que la Cuaresma es el camino a la Pascua de Cristo. 'El hijo de Dios murió por nosotros, pero resucitó para nosotros. Tenemos que celebrar nuestra Pascua, morir como murió Jesús. Qué bueno sería que muriéramos como Él', reflexionó.
Tres ministerios
Para estos cuarenta días previos a la Semana Santa, el padre Najarro explicó que la Iglesia propone tres ministerios importantes a los fieles:
La oración, pero no oraciones cortitas. Recomienda entrar en la habitación para tener un encuentro cara a cara con Dios. Corazón a corazón.
'Contempla lo hermoso que es, lo grande que es, lo generoso que es. Te ha dado la vida, te ha dado a su hijo, te quiere dar la vida eterna. Contempla todo esto, rumia por dentro, calienta en tu corazón todo esto. Agradécele por todo, pídele perdón a Él. Él te ama un montón y tú lo amas raquíticamente'.
El prelado expuso la importancia del ayuno y de la limosna porque al 'abrir el corazón a los pobres, Dios te lo abre a ti'.
Al encuentro con Dios
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez recordó a los católicos que del polvo venimos y al polvo vamos.
'Que esta ceremonia penitencial nos ayude a vivir en cada uno de estos días el verdadero espíritu de la Cuaresma. Que en cada familia y en cada comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu e intensificar lo que alimenta el alma y lo que abre al amor de Dios', expresó.
Recordó que la auténtica conversión tiene sus raíces en el cambio del corazón y no en los ritos exteriores de penitencia, y representa volver a Dios.
'Estamos en un tiempo favorable que no hay que dejar pasar, por eso, el Evangelio nos menciona tres obras de piedad: la limosna, la oración y el ayuno. Tres obras que debemos hacerlas en lo secreto para que merezcamos la recompensa de Dios', agregó.
- La misa de Miércoles de Ceniza de las seis de la tarde fue presidida por monseñor Ángel Garachana Pérez.
- Púrpura, es el color para la Cuaresma que simboliza arrepentimiento, penitencia y austeridad.
