Una verdadera pesadilla vivieron ayer los capitalinos al intentar circular por las principales calles y avenidas de la ciudad.
Centenares de taxistas paralizaron las unidades en el bulevar Juan Pablo Segundo, a inmediaciones de Casa Presidencial y en el carril que desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, conduce al centro de la ciudad.
Los propietarios y conductores de las unidades exigen de las autoridades gubernamentales una rebaja en el precio de los combustibles y que no entren los microbuses del servicio ejecutivo al centro de Tegucigalpa, porque eso les disminuye el número de pasajeros.
Debido a las acciones de protesta se formó un fuerte congestionamiento vial en ambos sectores de la ciudad.
Desde tempranas horas, el bulevar Centroamérica fue uno de los lugares donde gran cantidad de personas esperaban abordar las unidades de transporte. Sin embargo, muchos de ellos tuvieron que viajar en bus o caminar para llegar a sus centros de trabajo, pues fueron pocos los taxis que prestaron el servicio a la población.
Otro de los sitios donde se presentaron problemas en el tráfico fue en el bulevar Suyapa.
Las unidades permanecieron estacionadas por más de tres horas desde las cercanías de Plaza Libertad hasta las inmediaciones de Casa Presidencial, por lo que sólo estaba habilitado un carril, por donde debían circular los buses de la ruta urbana y los vehículos particulares.
Cita en el Ejecutivo
En medio del plantón, una comisión integrada por los conductores de taxis fue recibida en la sede del Poder Ejecutivo.
Los taxistas se reunieron varias horas con el director de Transporte, Blas Ramos, en Casa Presidencial y ahí establecieron continuar dialogando en la búsqueda de soluciones que permitan amortiguar el impacto de las alzas de los combustibles en el país.
Los taxistas también se quejaron ante el Gobierno por el alto costo de los repuestos de los automotores. Hasta ayer, las autoridades no les dieron una respuesta concreta, por lo que no se descarta que las protestas continúen.