Tal vez no goce de la popularidad de gatos como Tom -el amigo de Jerry-, Félix, Silvestre, Garfield y otros felinos, pero Packy, el gato hondureño, ha logrado en solo dos meses ganarse el cariño de más de 100 mil catrachos, quienes gozan con las ocurrencias de este singular personaje, nacido con el fin de hacer reír y crear conciencia a través de historias cotidianas sobre la importancia de mantener vivas nuestras costumbres y nunca olvidarse de la tierra que nos vio nacer, manifestó Franklin del Cid, de 27 años, quien es la voz detrás de este ciberfenómeno.
“El gato Packy cobró vida cuando vi la necesidad de expresar lo que yo sentía. Quería buscar un medio donde todo el mundo me escuchara, deseaba tocar nuestra problemática e ir al punto, pero de manera jocosa; entonces decidí utilizar este personaje, le puse mi apodo y empecé a hablar de todas las cosas que vivimos aquí en Estados Unidos, manteniendo nuestro acento y léxico”, agregó Del Cid.
El primer felino parlanchín e iniciador de este fenómeno es Talking Tom, considerado el gato más famoso del mundo; es un personaje animado en 3D con el que los usuarios pueden interactuar, darle un toque, hacerle cosquillas y que además cuenta con la facultad de repetir todo lo que se le dice. La aplicación que debutó en el mercado en 2010 se ha constituido en un éxito mundial total y la versión 2011 se descargó 11 millones de veces en 135 países en solo 10 días.

“A mí me ha sorprendido todo esto. No puedo creer la aceptación que ha tenido en tan corto tiempo y no podía creer que tanta gente le diera 'me gusta' a mi página, comentara y compartiera mis videos. Esto lo hice sin pensar que obtendría estos resultados. Entonces, al ver el éxito, empecé a buscar y grabar temas de lo que vivimos aquí en Estados Unidos y lo que pasábamos en Honduras”, señaló el joven de La Esperanza, Intibucá'.
VIDEO: Los mejores chistes de Packy, el gato hondureño
'Lo que se busca es crear conciencia de nuestra realidad y parece que a las personas les gusta que se les hable fuerte y sin pelos en la lengua para poder entenderlo. Algo muy común en nuestra gente una vez que llegan aquí es que empiezan a hablar como mexicanos, dominicanos, boricuas, jamaiquinos o colombianos. Se nos olvida de dónde venimos y aprendemos otras culturas. Es más, muchos llegan a avergonzarse de ser hondureños, algo de lo cual me siento muy orgulloso'.
'Lo principal y siempre será lo número uno es mantener con vida nuestra cultura y en segundo lugar contarles historias de inmigrantes que vienen desde abajo y salieron de la pobreza. Tocamos temas de migración, hablamos mucho de la familia, del empleo y muchas situaciones que uno pasa al llegar a este país; detrás de la tontera y la risa siempre va a haber un mensaje positivo. Muchas de las historias que narro cuentan la vida de alguna de las personas que siguen mi página. Ellos me escriben y me piden que comparta sus experiencias'.

'Me ha cambiado la vida, he tenido la oportunidad de estar en muchos festivales y eventos, algo que antes hacía solo con otras comunidades. El gato me permitió conocer a cientos de hondureños que me invitan a muchos sitios y me toman en cuenta en cualquier actividad'.
“Emigré debido a la pobreza en que vivía en Honduras. Recuerda que no tenía nada y deseaba tantas cosas que sabía que no podría alcanzar allá. La situación de mi familia era muy dura. Mi mamá trabajaba largas jornadas en un mercado, mi papá era motorista y en una familia tan grande como la nuestra había mucha necesidad y pocos medios para satisfacerla. Aunque era el hijo menor, me dolía nuestra situación y en un momento lo perdimos todo”.
“La bendición más grande que Dios me ha dado es colaborar con mis padres y saber que están cómodos y felices. Le prometí a mi mamá sacarla del mercado y lo hice, logramos pagarle al banco el dinero que le debíamos y ahora no tienen el temor de amanecer durmiendo en la calle. Mi papá ya no trabaja para nadie más y aunque llevo tanto tiempo sin verlos, sigo ayudándoles; nunca me he olvidado de ellos y los amo”.
El hijo menor de Luciano del Cid y María Arriaga continuará entreteniendo a la comunidad hondureña en todos los rincones del mundo con sus alocados relatos e historias descabelladas, procurando siempre que cada carcajada invite a la reflexión sobre las situaciones problemáticas que atraviesan a diario los hondureños y, como siempre dice Packy, 'sean humildes y los quiero a morir'.