San Pedro Sula, Honduras.
Con el respaldo del artículo 71 de la Ley de Privación de Dominio, el cual establece que se pueden vender bienes incautados cuando son de difícil mantenimiento, la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) subastó ayer 62 cabezas de ganado.
El hato fue incautado a la familia Valle Valle en el occidente del país luego de que se detuviera y extraditara a varios de sus miembros por tráfico de drogas.
Claudia Solórzano, relacionista de la Oabi, explicó el proceso.
“El ganado valorado en 1,236,900 lempiras del caso Valle se estaba vendiendo completo y se tenía una ficha electrónica para registrar a todas las personas que estaban interesadas y cumplían los requisitos.
Se les convocó para la subasta, pero de los siete ofertantes solo uno se presentó, el cual ha decidido comprar el lote al precio base establecido desde el inicio”.
La identidad del comprador se mantiene en anonimato por seguridad, pero se supo que era una persona dedicada a la ganadería.
Solórzano agregó que posteriormente habrá más subastas de ganado. El dinero de la venta va a una cuenta de la Oabi a generar intereses hasta esperar una resolución definitiva del juez de privación de dominio.
Con el respaldo del artículo 71 de la Ley de Privación de Dominio, el cual establece que se pueden vender bienes incautados cuando son de difícil mantenimiento, la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) subastó ayer 62 cabezas de ganado.
El hato fue incautado a la familia Valle Valle en el occidente del país luego de que se detuviera y extraditara a varios de sus miembros por tráfico de drogas.
Claudia Solórzano, relacionista de la Oabi, explicó el proceso.
“El ganado valorado en 1,236,900 lempiras del caso Valle se estaba vendiendo completo y se tenía una ficha electrónica para registrar a todas las personas que estaban interesadas y cumplían los requisitos.
Se les convocó para la subasta, pero de los siete ofertantes solo uno se presentó, el cual ha decidido comprar el lote al precio base establecido desde el inicio”.
La identidad del comprador se mantiene en anonimato por seguridad, pero se supo que era una persona dedicada a la ganadería.
Solórzano agregó que posteriormente habrá más subastas de ganado. El dinero de la venta va a una cuenta de la Oabi a generar intereses hasta esperar una resolución definitiva del juez de privación de dominio.