La edad no fue impedimento para doña Teresa Baires, de 87 años. Al mediodía llegó acompañada por su hija Rosa María Rivera al jardín de niños Rafael Pineda Ponce para ejercer el sufragio.
Con patriotismo y entusiasmo le dio su voto de confianza a la democracia. Así como ella, cientos de pobladores de esta ciudad acudieron masivamente a los centros de votación para formar parte de la gran fiesta cívica nacional.
Los centros de información orientaron todo el día a los electores. En la escuela Virginia Phillips instalaron ocho urnas. Henry Arana, poblador del barrio Abajo, dijo que acudió a votar para demostrarle al mundo que Honduras quiere vivir en paz.