Tegucigalpa, Honduras.
Un niño fue el protagonista del acto cívico con el que el Gobierno hondureño celebró la ejecución de 200 días de clases en el sistema educativo nacional y el Consejo de Ministros que se efectuó en la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio de Tegucigalpa, en la región central.
El pequeño Ever Misael Rodríguez Montoya llamó la atención en su intervención y discurso. Sin miedo ni nervios, el alumno de sexto grado de la escuela Armando Vásquez de Copantillo, en el municipio de Masaguara, departamento de Intibucá, se paró en frente del presidente Porfirio Lobo, su gabinete y un centenar de alumnos de diferentes centros educativos diciendo: 'quienes sacrifican la libertad en aras de la seguridad, no merecen la libertad ni la seguridad'.
El pequeño orador enfatizó también en que la ola de violencia que vive el país no sólo es responsabilidad del Gobierno ni de los mismos delincuentes, sino que también de 'la sociedad, la que da origen a los asesinos, a los drogadictos y a los políticos corruptos'.
Rodríguez Montoya se llevó efusivos aplausos de los presentes, y no era para menos, ya que el estudiante ganó un concurso de oratoria.
Como todo un orador
Ever Rodríguez tuvo el reconocimiento de los presentes desde el inicio de su discurso llamado 'El valor de la paz, un derecho de todos'.
'Una de las cosas más lamentables que el ser humano puede hacer es renunciar a sus libertades básicas e incluso a la de sus semejantes por temor. Éste es un enemigo implacable contra el cual se debe luchar' dijo el pequeño.
'Es sabido de todos que en nuestro país una ola de acontecimientos mal habidos han convertido prácticas inhumanas como el secuestro y el asesinato en el pan nuestro de cada día, la violencia y la inseguridad están a la orden'.
Ever Rodríguez también habló sobre las masacres que ocurren en Honduras y dijo que 'esta situación es inaceptable y no puede continuar sucediendo bajo la mirada impávida de la sociedad'.
Por último, el alumno de la escuela Armando Vásquez invitó a la sociedad a 'generar un cambio radical en la actitud' y pidió que se haga un 'compromiso serio para impedir que los malhechores continúen sacrificando vidas inocentes'.
'Me despido no sin antes mencionar un versículo de la biblia que dice: 'mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo'', finalizó.
Un niño fue el protagonista del acto cívico con el que el Gobierno hondureño celebró la ejecución de 200 días de clases en el sistema educativo nacional y el Consejo de Ministros que se efectuó en la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio de Tegucigalpa, en la región central.
El pequeño Ever Misael Rodríguez Montoya llamó la atención en su intervención y discurso. Sin miedo ni nervios, el alumno de sexto grado de la escuela Armando Vásquez de Copantillo, en el municipio de Masaguara, departamento de Intibucá, se paró en frente del presidente Porfirio Lobo, su gabinete y un centenar de alumnos de diferentes centros educativos diciendo: 'quienes sacrifican la libertad en aras de la seguridad, no merecen la libertad ni la seguridad'.
El pequeño orador enfatizó también en que la ola de violencia que vive el país no sólo es responsabilidad del Gobierno ni de los mismos delincuentes, sino que también de 'la sociedad, la que da origen a los asesinos, a los drogadictos y a los políticos corruptos'.
Rodríguez Montoya se llevó efusivos aplausos de los presentes, y no era para menos, ya que el estudiante ganó un concurso de oratoria.
Como todo un orador
Ever Rodríguez tuvo el reconocimiento de los presentes desde el inicio de su discurso llamado 'El valor de la paz, un derecho de todos'.
'Una de las cosas más lamentables que el ser humano puede hacer es renunciar a sus libertades básicas e incluso a la de sus semejantes por temor. Éste es un enemigo implacable contra el cual se debe luchar' dijo el pequeño.
'Es sabido de todos que en nuestro país una ola de acontecimientos mal habidos han convertido prácticas inhumanas como el secuestro y el asesinato en el pan nuestro de cada día, la violencia y la inseguridad están a la orden'.
Ever Rodríguez también habló sobre las masacres que ocurren en Honduras y dijo que 'esta situación es inaceptable y no puede continuar sucediendo bajo la mirada impávida de la sociedad'.
Por último, el alumno de la escuela Armando Vásquez invitó a la sociedad a 'generar un cambio radical en la actitud' y pidió que se haga un 'compromiso serio para impedir que los malhechores continúen sacrificando vidas inocentes'.
'Me despido no sin antes mencionar un versículo de la biblia que dice: 'mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo'', finalizó.
