Lo que un día fue un botadero que atentó contra la salud de miles de progreseños durante más de 15 años, hoy se ha convertido en una verdadera obra ambiental.
La Municipalidad se ha encargado de retribuirle a la montaña Mico Quemado parte del daño que paulatinamente estaba afectando la ecología de la zona.
El fuego, el humo, las moscas y el mal olor prevalecientes todo ese tiempo en la aldea La Pita, donde se ubica el botadero, han desaparecido y ahora es un mejor lugar gracias a la nueva técnica de operación de la Municipalidad.
Fases
El proyecto se divide en tres fases. La primera, que acaba de finalizar, según el informe municipal, tuvo como objetivo revertir las condiciones de descontaminación y eliminar las fuentes que dañan la salud de las comunidades vecinas. La segunda comprenderá la operación mejorada y continuará con los procesos de descontaminación.
La etapa final comprenderá el cierre técnico del sitio y el traslado de las operaciones a un nuevo sitio, con todas las condiciones técnicas y de ingeniería de un relleno sanitario.
El alcalde Alexander López manifestó que esperan que los pobladores no sigan tirando más basura a la intemperie.
Les pidió apoyo a los conductores de transporte urbano que coloquen basureros dentro de las unidades.
A finales del año pasado se empezó a ejecutar el proyecto. Muchos cuadros severos de niños con diarrea en la zona eran atribuidos a la contaminación generada por el botadero municipal.
Lo dijo
“Pedimos colaboración de los ciudadanos para que no sigan tirando basura a la intemperie”.
Alexander López
Alcalde