La militancia del oficialista partido Libertad y Refundación (Libre) se concentra este sábado en Tegucigalpa para conmemorar los 16 años del golpe de Estado al gobierno del expresidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009).
Por cuarta ocasión desde que Libre llegó al poder, sus dirigentes y militantes han organizado una jornada conmemorativa que incluye marchas, actos culturales y exigencias de justicia y transparencia.
La conmemoración llega tras tres días de movilización nacional convocada por el coordinador general, Manuel Zelaya Rosales, quien liderará la movilización de este sábado 28 de junio.
Según el esposo de la presidenta Xiomara Castro, se trata de un gesto de memoria histórica y denuncia activa contra maniobras de fraude en los comicios del 30 de noviembre.
A lo largo de la semana, también se realizaron actividades culturales como conciertos, obras y exposiciones en diferentes puntos del país.
La marcha de Libre comienza en Casa Presidencial y concluirá frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE). Los accesos a estos dos puntos de Tegucigalpa se encuentran cerrados para el tránsito de vehículos.
La Policía Nacional ha desplegado un amplio dispositivo para brindar seguridad a los simpatizantes del partido de gobierno. Han advertido a los capitalinos y comerciantes que se esperan afectaciones en el tránsito, que se podrían extender a eso de las 2:00 de la tarde.
La conmemoración del 16 aniversario del golpe de Estado ocurre en medio del escándalo por presunta corrupción en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cuyo ministro, José Carlos Cardona, renunció a su cargo mientras las autoridades realizan una investigación.
El golpe de Estado de 2009
Este 28 de junio se conmemora el 16º aniversario del golpe de Estado que sacudió la historia reciente de Honduras, cuando el entonces presidente Manuel Zelaya Rosales fue sacado abruptamente del poder y enviado a Costa Rica.
La madrugada de ese domingo de 2009, Zelaya fue detenido por militares y trasladado en un avión hacia San José, capital costarricense.
Al llegar, el ahora coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) ofreció una conferencia de prensa en la que denunció el hecho como un golpe de Estado y aseguró seguir siendo “el presidente constitucional, electo por los hondureños”.
“No existe ley para destituir al presidente. Ha habido un golpe de Estado, pero no hay manera legal de destituir a un presidente de Honduras”, manifestó Zelaya ante medios internacionales.
Tras su salida, el entonces presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, asumió la presidencia interina hasta el 27 de enero de 2010, fecha en que Porfirio Lobo Sosa tomó posesión tras resultar electo en los comicios de noviembre de 2009.
Zelaya permaneció en el exilio durante varios meses, hasta que el 21 de septiembre del mismo año regresó de forma clandestina a Honduras y se refugió en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, desatando una crisis política que atrajo la atención internacional.
El derrocamiento de Zelaya marcó un antes y un después en la política hondureña, cuyas consecuencias siguen generando polarización en la vida institucional y social del país.