El reto de la megabaleada no pudo ser superado. Fue difícil entre los participantes comerse una megabaleada en ocho minutos, tiemplo que se amplió porque era casi imposible comerse dos megabaleadas en cinco minutos.
El concurso que tuvo lugar en el interior de la Universidad Nacional Autonóma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-VS), justo en el negocio 'Licuados y baleadas Eduardo', llegaron muchos universitarios y curiosos pero pocos fueron los valientes que se inscribieron para participar.
Dilcia Marina Cardona, propietaria del local agradeció a Diario LA PRENSA por esta iniciativa que contribuyó a pasar un momento ameno entre los universitarios y que ayudó a que las ventas de Cardona fueran un éxito. 'Gracias a LA PRENSA por haberme apoyado, ahora tengo más clientes porque los alumnos me traen a sus familias a mi negocio', dijo Cardona.