San Francisco de Ojuera, Honduras.
Los medicamentos que se encontraron en llamas a la orilla de la calle La Cuesta Amarilla en este municipio de Santa Bárbara son propiedad del Estado y fueron quemados porque se vencieron.
Se conoció que los dos médicos que atienden en el centro de salud del municipio decidieron quemar los fármacos, un procedimiento que según ellos, la ley les permite.
Según se explicó, los doctores llamaron a la jueza de policía municipal Rubia Sabillón, a la representante del Ambiente Ilse Rivas y al alcalde Raúl Pineda para que constataran que los medicamentos estaban vencidos.
No había médicos
El alcalde Pineda explicó que ellos solo fueron testigos de que la medicina estaba vencida. “No se le puede dar a un pueblo cosas malas” dijo el jefe edilicio. Por ello autorizaron un carro para que fuera a botar los medicamentos y que los incineraran.
Pineda dijo que lo que él no sabía era que antes de destruir los fármacos tenía que comunicar la acción a las autoridades de Salud y al pueblo en general.
“En el pueblo hay medicamentos que no tienen tanta demanda porque esas enfermedades son poco comunes, es por eso que los medicamentos se vencen; además que no contaban con médico porque la región de Salud no nombró un sustituto de los que salieron de práctica y estuvieron un año sin médico, esto provocó que las medicinas no se dieran y se vencieran”, dijo Pineda. Asegura que todo se hizo conforme a ley.
Marvin Chávez, administrador departamental de Salud, dijo que no tenía ningún conocimiento de que se quemaran medicamentos vencidos en el centro de salud de San Francisco de Ojuera.
Explicó que los médicos tenían que llenar la documentación requerida, presentarla ante las autoridades correspondientes y hacerla pública y después proceder a quemar o enterrar el medicamento.
Los medicamentos que se encontraron en llamas a la orilla de la calle La Cuesta Amarilla en este municipio de Santa Bárbara son propiedad del Estado y fueron quemados porque se vencieron.
Se conoció que los dos médicos que atienden en el centro de salud del municipio decidieron quemar los fármacos, un procedimiento que según ellos, la ley les permite.
Según se explicó, los doctores llamaron a la jueza de policía municipal Rubia Sabillón, a la representante del Ambiente Ilse Rivas y al alcalde Raúl Pineda para que constataran que los medicamentos estaban vencidos.
No había médicos
El alcalde Pineda explicó que ellos solo fueron testigos de que la medicina estaba vencida. “No se le puede dar a un pueblo cosas malas” dijo el jefe edilicio. Por ello autorizaron un carro para que fuera a botar los medicamentos y que los incineraran.
Pineda dijo que lo que él no sabía era que antes de destruir los fármacos tenía que comunicar la acción a las autoridades de Salud y al pueblo en general.
“En el pueblo hay medicamentos que no tienen tanta demanda porque esas enfermedades son poco comunes, es por eso que los medicamentos se vencen; además que no contaban con médico porque la región de Salud no nombró un sustituto de los que salieron de práctica y estuvieron un año sin médico, esto provocó que las medicinas no se dieran y se vencieran”, dijo Pineda. Asegura que todo se hizo conforme a ley.
Marvin Chávez, administrador departamental de Salud, dijo que no tenía ningún conocimiento de que se quemaran medicamentos vencidos en el centro de salud de San Francisco de Ojuera.
Explicó que los médicos tenían que llenar la documentación requerida, presentarla ante las autoridades correspondientes y hacerla pública y después proceder a quemar o enterrar el medicamento.