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Masivas procesiones en el domingo de ramos

  • 25 marzo 2013 /

Los hondureños se congregaron para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.

A vivir intensamente los días santos en comunión con Jesucristo exhortaron los obispos y sacerdotes a sus fieles en las homilías del Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa.

En todo el país, desde las grandes ciudades hasta en los pueblos más remotos, se realizaron las tradicionales procesiones con presencia masiva.

La elección del papa Francisco ha llenado de esperanza a los católicos que han salido a las calles a participar en la procesión, pero también han dicho que en los actos religiosos buscan reflexión y consuelo ante la situación que vive el país.

“Hay violencia, inseguridad, desempleo, hambre, corrupción y solo Dios puede ayudarnos, la Semana Santa debe servirnos para orar por nuestros gobernantes y por nosotros”, dijo Marta López, una sampedrana que acudió al acto religioso en la capital industrial.

La liturgia de la Semana Santa comenzó en todos los lugares con la bendición de las palmas, seguida de procesiones para posteriormente, en la misa, proclamar la narración de la Pasión, según San Mateo.

La procesión de Ramos viene del recuerdo de lo que pasó en la vida de Jesús días antes de su pasión y muerte. Conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén.

Los ramos de palma, cruces o distintos arreglos que son bendecidos y llevados en procesión por los feligreses son conservados por los fieles en sus hogares como un testimonio de la fe en Cristo.

Devoción y fervor

En la capital industrial Silvia Portillo (81) es un ejemplo de fe. Sus manos temblorosas sostenían con devoción una cruz de palmas que minutos antes fue bendecida por el obispo Ángel Garachana. Silvia vestía de blanco y se siente dichosa por ser parte del apostolado de la Oración y por tener de nuevo la oportunidad de participar en otro Domingo de Ramos. Esperó en catedral la llegada de la masiva procesión principal en San Pedro Sula que reunió a miles de católicos que cantaban con fe y gritaban con júbilo: “Viva la Iglesia Católica, Viva Jesús”.

A las 8:00 am, el obispo Ángel Garachana presidió la solemne bendición de palmas en el Instituto María Auxiliadora y desde allí encabezó la numerosa procesión donde participaron jóvenes, adultos, niños y ancianos.

El recorrido fue por la 11 avenida para tomar la primera calle hasta llegar a la catedral donde se celebró la misa solemne de la Pasión del Señor.

En la homilía el obispo dio un mensaje esperanzador y llamó a vivir intensamente estos días santos, en comunión íntima con Jesucristo tanto en su aspecto de crucifixión y muerte como de la resurrección.

“La Semana Santa une en su celebración y en su vivencia dos aspectos inseparables de la vida de Jesús, la Pasión y la resurrección, la cruz y la luz, la muerte y la vida, porque así es nuestra vida tenemos momentos de gozo y de alegría, pero también de dolor momentos de prueba de soledad, enfermedad y de angustia ese es el tejido de nuestra vida”.

Dijo que la Semana Santa no son días al margen de la vida, al “contrario en cuando recogemos toda nuestra vida, sus dolores y alegrías”.

En todas las parroquias de San Pedro Sula se vivieron momentos de reflexión y los sacerdotes enviaron mensajes de esperanza y recogimiento espiritual a una población sedienta de seguridad, empleo y hambre.

Reflexión en familia

En La Ceiba también se vivieron momentos de reflexión y devoción. Centenares de personas participaron en las actividades de Domingo de Ramos. Las campanas de la catedral San Isidro resonaron cuando los feligreses salieron de la iglesia en procesión.

Con cánticos y alabanzas los fieles aclamaron a Jesucristo para que reine la paz y la seguridad en la Semana Mayor. Las calles de la avenida San Isidro se vieron engalanadas con palmas y mensajes de alabanza.

Los alumnos de los colegios María Regina y San Isidro formaron parte del grupo que recorrió la principal avenida de La Ceiba hasta llegar a la Escuela Bilingüe La Ceiba, donde se realizó la santa eucaristía.

El obispo Miguel Lenihan envió un mensaje de paz y armonía para todo el pueblo, exhortando que se aproveche el feriado para reflexionar y pasar tiempo con los seres queridos.

“La Semana Santa debe ser un tiempo de oración para la familia en el que se busque un acercamiento con Dios”.

Recordar a los pobres

En la ciudad colonial de Comayagua, la feligresía participó masivamente en la actividad religiosa.

Monseñor Roberto Camilleri, quien presidió la eucaristía, enfatizo que el pueblo hondureño debe meditar en toda la Semana Santa las dos palabras “Hosanna” y “crucifíquenlo”, ya que estas dan el sentido de lo que es la humanidad actualmente y en especial nuestro país. “Debemos recordar en forma especial a la gente pobre y a los enfermos que necesitan auxilio médico”.

Exhortó a todo el pueblo a estar presentes en todos los actos religiosos a la vez que anunció la pronta apertura del Museo Religioso de la gran colección de objetos litúrgicos de oro y plata.

En Choluteca miles de católicos participaron en el recorrido de Domingo de Ramos y escucharon la homilía del obispo mexicano Efraín Mendoza Cruz ante la ausencia de un obispo en la diócesis de Choluteca.

“Este tiempo es para estar más cerca de Jesús y no para alejarnos, como sucede en la vida de miles de personas en el mundo”, expresó.

En Olancho, Danlí, Gracias, Lempira, Santa Rosa de Copán también los católicos acudieron masivamente a la procesión que marca el inicio de la Semana Santa. Los católicos tuvieron presente al Papa Francisco por quien pidieron, algunos portaban fotografías del nuevo líder de la Iglesia Católica como una muestra de apoyo en un tiempo tan importante para la Iglesia Católica como es la Semana Santa.