Villanueva, Honduras.
Antes de la década de los noventa, la economía de este municipio era sostenida por la agricultura y el comercio. Después llegó la maquila y la agroindustria a convertirla en una zona de desarrollo y oportunidades para sus habitantes.
El parque industrial que funciona en el lugar genera más de 30 mil empleos; mientras, los sectores azucarero y arrocero permiten la apertura de más de 10 mil plazas de trabajo temporales cada año.
Ese ambiente de repunte económico ha permitido que en los últimos años, la denominada también Ciudad del azúcar, registre un crecimiento poblacional.
Hasta 1990 la cifra era de 40 mil habitantes. En la actualidad, ese número se aproxima a los 180 mil pobladores.
“Eso ha provocado un aumento en las lotificaciones y edificaciones que son adquiridas por los nuevos inquilinos que llegan a Villanueva”, indica Gerardo Espinoza Deras, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Villanueva.
Las empresas
En esta zona se han instalado también las empresas de comidas rápidas, tiendas de ropa y el comercio informal. “Registramos unas 2,200 empresas de todo rubro y tamaño. Creemos que al ritmo que avanza el municipio esa cifra podría alcanzar las 3,000 en los próximos años”, apunta el empresario.
Con visión a futuro, las autoridades acordaron con el sector privado declarar como zona libre 500 metros de cada lado del bulevar que conduce de Villanueva a San Pedro Sula. Solo se permiten las construcciones o el establecimiento de las compañías que lleguen.
Elvin Guillén, vicealcalde de Villanueva, refiere que la recaudación de impuestos ha sido la clave para el desarrollo de la infraestructura y generar atractivos en la economía. “Eso desarrolla proyectos también en la zona rural. Dentro de poco esperamos ser la tercera ciudad en importancia en Honduras”, concluye el funcionario.