21/06/2025
01:53 AM

Logran organizar distribución de ayuda prioritaria

Ante el colapso del aeropuerto de Haití, desde República Dominicana salen caravanas con camiones cargados de víveres hasta un refugio-hospital con 50 camas y 60 médicos.

Mientras brigadas de todo el mundo luchan para atender a cientos de miles sin techo, heridos y desesperados por comida, agua y medicina, varios países dan los primeros pasos para planear la reconstrucción de Haití.

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En esta caribeña nación que lleva ya seis días de caos por el nefasto sismo que dejó unos 70 mil muertos, 250 mil heridos y 1.5 millones de damnificados, la situación caótica poco a poco toma un nuevo rumbo.

Si bien, los saqueos y brotes de violencia se están volviendo cotidianos, el gobierno haitiano decretó estado de emergencia para contrarrestarlos.

“Los precios de la comida y los transportes se dispararon desde el martes pasado y los incidentes violentos y los saqueos están en aumento, al tiempo que la desesperación crece”, advirtió el Comité Internacional de la Cruz Roja en un comunicado.

La violencia alcanzó a los socorristas. Ayer un estadounidense murió durante una operación de ayuda internacional, en circunstancias aún no aclaradas, mientras que otros tres fueron tratados por heridas menores.

Retoman cotidianidad

Pero mientras el vandalismo era incontenible en el centro, en los barrios altos de Puerto Príncipe las actividades comenzaban a reactivarse con el regreso de los vendedores callejeros y los embotellamientos.

Los barrios altos fueron menos afectados y la mayoría de las casas resistieron a los temblores.

La reapertura de los surtidores de gasolina es la principal causante de esta reactivación, con una inmensa cola de vehículos y de peatones cargados de barriles que esperan bajo el sol.

Aunque se escuchan algunos gritos, el clima general es de buen humor ya que el número de litros destinados a la venta no es limitado.

Los taxis colectivos retomaron su servicio y en las calles vuelven a escucharse las bocinas y las canciones de Bob Marley.
Los vendedores callejeros ofrecen todo tipo de mercadería: cereales, pilas eléctricas, frutas, platos de comida a 35 gurdas -un dólar estadounidense-.

Al fin pueden organizarse

Lo que también mejoró fue el ritmo de la distribución de la ayuda.

El gobierno haitiano había establecido 14 puntos de distribución de alimentos y víveres, y los helicópteros del Ejército estadounidense realizaban vuelos de reconocimiento para instalar más centros.

Dado que ocho hospitales de la ciudad resultaron destruidos parcial o totalmente, los grupos asistenciales abrieron cinco centros de emergencia médica. Equipo vital, como plantas purificadoras de agua, llegaba del extranjero.

Ayuda llega por tierra

Miles de personas se aglomeraron en el barrio de Cité Soleil, mientras los trabajadores del Programa Alimentario Mundial de la ONU distribuían galletas con alto contenido energético ahí, por vez primera.

En un campo de golf construido en una colina, desde el que se aprecia la capital arrasada, unas 50 mil personas dormían en un campamento improvisado.

Paracaidistas de la 82da División Aerotransportada de Estados Unidos instalaron una base para entregar agua y alimentos.

Después del desorden inicial entre la multitud, cuando los helicópteros sólo pudieron lanzar su cargamento desde el aire, un segundo vuelo aterrizó y los soldados distribuyeron la comida a una fila ordenada de haitianos.

Había más ayuda estadounidense en camino: el buque-hospital de la Armada Comfort zarpó el sábado del puerto de Baltimore y llegará a Haití el jueves.

Más de 2 mil infantes de marina estaban listo para navegar desde Carolina del Norte, para apoyar la distribución de ayuda y reforzar la seguridad.

Los problemas en el rebasado aeropuerto obligaron a organizar una colosal misión de ayuda por tierra desde Santo Domingo, a más de 300 kilómetros de distancia, en la vecina República Dominicana.

La caravana incluía hasta 10 camiones que transportaban cobertizos para refugios temporales, un campamento-hospital de 50 camas y a unos 60 médicos.

Clinton llegó a coordinar

Por su parte, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de la Organización de Naciones Unidas, ONU, a Haití, llegó ayer a Puerto Príncipe para coordinar la entrega de asistencia.

“Estaré sorprendido y defraudado si de aquí a 48 horas no estamos alimentando y brindando agua fresca a muchas más personas”, dijo Clinton, quien junto al expresidente George W. Bush coordinan una campaña estadounidense para recolectar fondos para Haití.

Él estuvo en el Hospital General en Puerto Príncipe para que tuviera una primera visión de la capital en ruinas y de las adversidades a las que se enfrentan los sobrevivientes.