El comisionado Leonel Sauceda, vocero de la Policía Nacional de Honduras, pidió perdón este martes tras la vinculación de la cúpula policial en el asesinato del zar antidrogas Julián Arístides González el 8 de diciembre de 2009 en Tegucigalpa, capital de Honduras.
Sauceda afirmó que la actual cúpula no es la misma que dirigió la Policía en 2009, año que se cometió el asesinato del alto funcionario hondureño, exjefe de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN).
Sauceda lamentó que integrantes de la carrera policial se hayan involucrado en crímenes y se desmarcó de la anterior cúpula, que ya está siendo investigada por el Ministerio Público.
“Hoy más que nunca estamos comprometidos, no podemos volver a equivocarnos”, sostuvo el portavoz policial, quien agregó que reconocer las faltas les permitirá sacar adelante la institución.
El comisionado augura meses difíciles, pero tiene la confianza de que los cambios son necesarios.
El informe confidencial, al que tuvo acceso LA PRENSA, señala que en el crimen del general González participaron agentes de Tránsito que tenían la misión de dar vía en la ruta del entonces titular de la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN).
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Otro informe estableció que un comisionado general de policía ordenó a seis oficiales y dos agentes que operaban bajo sus órdenes asesinar a Alfredo Landaverde.
Así lo establece un informe en poder de la Inspectoría de la Policía Nacional relacionado con el asesinato del analista en seguridad y exsecretario ejecutivo del Consejo Nacional de Lucha contra el Narcotráfico.
El ataque contra Landaverde se perpetró en horas de la mañana el 7 de diciembre de 2011 en la capital.