Ha sido el hombre del escándalo del año en la vida de Cecilia Bolocco, pero los paparazzi internacionales no le han seguido la pista al italiano Luciano Marocchino. LA PRENSA sí lo hizo.
Lo encontró el jueves en la noche en el hotel Camino Real y los presentes ni cuenta se dieron de que estaban ante la persona que ha dado origen al calvario de la diva chilena y también quien le quitó la esposa al ex presidente argentino Carlos Menem. Los periodistas tampoco se percataron de su presencia.
Bastó un vistazo al lugar para reconocer a Marocchino. Él caminaba tranquilo y confiado, pero al final se dio cuenta de que alguien lo vigilaba y ya sabía quién era él.
Vestía jeans, una camisa blanca a rayas, un saco azul marino y zapatos de gamuza en tono rojo. El fotógrafo Josué Banegas rápidamente se le acercó con cautela y comenzó su trabajo, pero Marocchino inmediatamente huyó del lugar y se refugió con un grupo de amigos en una esquina del lujoso bar del hotel. Ahí se tomó un par de tragos, pero en ningún momento dejó de vigilar hacia el exterior, como si sospechara que alguien estaba al acecho.
Para LA PRENSA no importaba aguardar lo que él se tardara en salir. Ahí se quedó el equipo, esperando el siguiente movimiento del italiano.
Una hora después salió del lugar creyendo que la calma había llegado y fue sorprendido con las preguntas que todos le harían. Luciano ¿Y Cecilia? No tardó en preguntar quiénes eran las personas que lo abordaban y, al identificarnos como periodistas, el empresario cambió de color. Se puso lívido y se volvió hermético.
Al volverle a preguntar sobre Bolocco, se limitó a decir: 'No quiero hablar de ese tema, por favor déjenme en paz. No quiero más escándalos ni declaraciones...'
Pero eso jamás. Nunca desaprovecharíamos la oportunidad y lo seguimos interrogando. Eso sí, se portó muy cortés y educado y ante las preguntas ¿te casarás con ella?, ¿qué opinas del escándalo?, ¿te has comunicado con ella? y ¿tomarás medidas contra el paparazzo?, Marocchino se limitó a decir '¡Por favor! No quiero hablar sobre el tema. Se los pido'.
Pero no nos quedamos conformes. Había que seguirle la pista. Tras dar unas cuantas vueltas por el lugar se retiró hacia otro bar del hotel en el tercer nivel, pero a la media hora regresó con un joven y apuesto italiano, y directamente se dirigieron al baño.
Dentro del sanitario, donde no había nadie cuando ingresaron, estuvieron por un lapso de cinco a siete minutos y luego salieron a saludar a algunas personas que esperaban en el lobby a las candidatas de Miss Universo. El chico no se le despegó ni un momento. Tras la salida del baño, salieron conversando amenamente.
Sorpresa
Para muchos que estaban ahí, Marocchino aparentó ser un 'viejo amigo'. Al menos eso percibimos, porque saludó muy feliz a muchas mujeres bellas del lugar, incluyendo a la ex Miss Brasil 1997 y directora del Miss Brasil Universo, Nayla Micherif, con quien conversó durante unos treinta minutos.
Marocchino estaba feliz con la escultural brasileña y durante todo el tiempo que estuvo con ella, no nos despegamos de él ni un momento. Hablaban de la emoción del concurso, de lo bonito que es México y de anécdotas que les han pasado a ambos, pero no de Cecilia ni del escándalo.
Al terminar con Micherif, saludó a los paraguayos y bolivianos del lugar y luego hasta tuvo tiempo de tomarse fotos con ellos y otros curiosos que lo reconocieron, pero, eso sí, se mostraba incómodo. Su rostro revelaba molestia porque ya muchos lo habían identificado, pero nadie se atrevía a mencionarle el tema que tanta polémica ha causado.
Nuestra pregunta era: ¿A quién esperaba? La duda se despejó cuando apareció la Miss Italia, Valentina Maiz, a quien saludó efusivamente en las gradas del hotel y luego se fue hasta el tercer nivel, donde las chicas del certamen tuvieron tiempo de compartir con sus familiares y directores de cada país.
En persona, Marocchino no es nada feo; al contrario, es muy atractivo y caballeroso, y muchas mujeres comentaban eso durante su permanencia en el lobby del hotel.
Carlos Menem
'No tengo por qué meterme'
Argentina. El ex presidente Carlos Menem confirmó el jueves que lleva tres años separado de su esposa, la chilena Cecilia Bolocco, cuyas fotos semidesnuda besando a un amigo italiano desataron un escándalo que le ha dado la vuelta al mundo.
Menem aclaró que está separado de Bolocco y que 'no tengo por qué meterme en sus cosas', al ser interrogado sobre las imágenes donde su cónyuge también abraza al empresario italiano Luciano Maroccino en su residencia en Miami.
'Ya aclaré que estábamos separados hace tres años y estos hechos ocurrieron hace poco... No tengo por qué meterme en sus cosas', dijo a periodistas durante la Fiesta Nacional de la Olivicultura, en La Rioja, donde confirmó sus intenciones de aspirar nuevamente a la presidencia de su país. Menem se casó con Bolocco, su segunda esposa, hace seis años. La pareja tiene un hijo, Máximo, que nació en Chile hace tres años. En declaraciones que publicó el 15 de mayo el matutino Las Últimas Noticias de Santiago, dijo: 'Cecilia fue para mí una excelente mujer, buena madre y no me fue infiel'.
También pudimos conocer, por lo que Marocchino habló con otras personas, que permanecerá en México hasta el martes, asistirá a la final de Miss Universo el lunes y estará ubicado en primera fila para admirar el espectáculo.
Cecilia Bolocco
'Tengo derecho de hacer mi vida'
Santiago. Cecilia Bolocco lamentó que su esposo, el ex presidente argentino Carlos Menem, haya sido objeto de burlas tras la publicación de sus fotografías semidesnuda y afirmó que tiene derecho a rehacer su vida.
Bolocco, ex Miss Universo 1987, se refirió al escándalo desatado por la publicación de fotografías suyas semidesnuda en compañía de su amigo italiano Luciano Marocchino, en una larga entrevista en la edición del viernes de la revista Cosas.
Las declaraciones surgieron antes de la difusión de una segunda serie de fotografías en las cuales aparece besando y abrazando a Marocchino.
La Corte de Apelaciones rechazó el viernes un recurso de amparo interpuesto por un estudiante de leyes -sin relación alguna con Bolocco-, quien intentó frenar la difusión de las fotografías para proteger 'la dignidad de las mujeres chilenas' y de la sociedad toda. Bolocco, de 42 años, declinó referirse a su relación con el empresario porque 'no es el momento ni la tribuna para hacerlo', pero agregó que 'en todo caso, estoy en pleno derecho de rehacer mi vida si es que se da la instancia'
De Bolocco 'no hablo', dice quien robó el amor de Menem
Ciudad de México. Durante cerca de ocho minutos, LA PRENSA conversó con Luciano Marocchino. Entre el nerviosismo de si había alguna agresión de parte de él hacia el fotógrafo o el reportero o tal vez un trato indiferente o grosero, los enviados se atrevieron a abordarlo para que nos despejara algunas dudas cuyas respuestas todos queremos saber.
Fue muy educado y cortés, pero cortante. No habló mucho y se limitó a decir que no sabía ni estaba enterado de nada.
Como no sabíamos si Marocchino hablaba español, le preguntamos:
- Luciano, hello. ¿Do you speak Spanish?
- ¡Si!
- ¡Perfecto! Luciano, nos puedes regalar unos minutos por favor.
- Si, ¿quiénes son ustedes?
- Mira, somos periodistas de Honduras.
- ¡Ahh! Hola, un placer. ¿Qué andan haciendo acá?
- Pues estamos cubriendo las incidencias de Miss Universo.
- ¡Qué bien!
- Luciano, y ¿qué andas haciendo tú acá?
- Ando disfrutando del certamen.
- ¿Y Cecilia?
- No sé.
.- ¿Cómo que no sabes?
- No sé, creo que debe estar en Chile.
- ¿Te vas a casar con ella?
- No quiero tocar el tema.
- ¿Por qué?
- Prefiero que esto se olvide.
- ¿Has hablado con ella después del escándalo?
- No.
- ¿Y por qué?
- Porque no.
- ¿La quieres?
- No quiero hablar. Lo siento, eso es algo personal.
- Pero en las fotos se ven muy enamorados
- ¿Cuáles fotos?
- Las fotos que todo el mundo comenta y en las que tú apareces con ella en Miami y ella sale en topless.
- No me doy cuenta.
- Y de las nuevas fotos en que aparecen besándose ¿qué me dices?
- Nada. No tengo absolutamente nada que decir.
- ¿Por qué no quieres hablar si el romance es público y ha tomado otro giro?
- No tengo ganas de tocar el tema.
- Y dime, ¿demandarás al paparazzo?
- No sé, no he pensado en eso.
- ¿Qué opinas del escándalo y que Ángel Mora (el fotógrafo) se entrometiera en sus vidas?
- Nada, eso es una falta de respeto.
- ¿Piensas seguir con Cecilia?
- No he pensado en eso.
- ¿La has apoyado después de este gran problema?
(Hay silencio en medio del diálogo. Él se queda callado y hace como si no tuviera interlocutor).
- Luciano, contéstame por favor.
- Sí, dime.
- ¿Has apoyado a Cecilia?
- No sé. No quiero hablar sobre eso.
- ¿Por qué?
- No tengo ganas y ando disfrutando del concurso.
- ¿Cecilia sabe que andas acá?
- No sé si se entera.
- ¿Quién es ese chico con quien andas?
- ¿Quién? ¿Cuál? No sé de quién hablas.
- ¿Él? (Y lo señalo).
- No sé, pregúntale tú.
- ¿Son amigos?
- Sí, pero para qué quieres saber. No te interesa.
- Claro que sí me interesa, recuerda que yo sólo hago mi trabajo.
- Sí, pero yo no tengo nada que decir. Sabes qué…
- Sí, dime.
- Ya no quiero hablar más. Disculpa.
- Luciano, disculpa, pero yo sólo hago mi trabajo.
- Yo sé.
- ¿Qué opinas de que se entrometan en la vida de las personas?
- No me agrada.
- ¿Dónde estás hospedado?
- Cerca de acá.
- ¿Dónde?
- Acá, muy cerca.
- ¿Andas solo?
- No sé.
- Luciano, ¿tienes muchos amigos en Miss Universo?
- Sí, muchísimos. Ok, te dejo, saludaré a unos amigos. Lo siento, te veo luego.
- Luciano, pero aún no me has dicho nada.
- Lo siento. Eso es privado. Lo siento. Agradezco tu comprensión, OK.
- Buena suerte.
- Adiós…
- Gracias Luciano y disculpa.
- No… no hay problema amigo.
