Funcionarios, políticos y sindicato son los culpables del descalabro de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), aseguró ayer Juan Bendeck, exgerente de la estatal.
Afirmó que enderezar la empresa significa “apretarse la faja y meter a la cárcel a mucha gente de altas esferas, lo que podría desencadenar hasta en una guerra civil, advirtió.
El empresario progreseño dijo que la mala administración en la estatal eléctrica se está convirtiendo en una “bomba de tiempo” y afirmó que su salida de la Enee “no fue porque le corté energía a familias de la alta sociedad, sino porque un exministro del gobierno de Manuel Zelaya requería la firma de un contrato de 62 millones de dólares”, reveló Bendeck sin mencionar nombres.
En reacción, el actual gerente de la Enee, Emil Hawit, aseguró que la empresa es recuperable, aunque reconoció que ha sido mal administrada porque ha subsistido solo con bonos del Estado hondureño. Dijo que se puede salir de la crisis pero no será fácil.
