27/04/2024
01:42 PM

Jorge del Cid, el pianista hondureño que sorprendió a los europeos con su talento

Este joven músico recibió una oportunidad para audicionar e ingresar al Conservatorio de París, de ser así sería el primer hondureño en conseguirlo

San Pedro Sula, Honduras

Verdadero talento en la manos lleva Jorge del Cid, un joven pianista sampedrano que con apenas 15 años ya sorprende a reconocidos músicos nacionales y extranjeros.

Este talentoso joven, alumno de la Academia D'Cámara en San Pedro Sula, tuvo recientemente la oportunidad de recibir clases magistrales, en Nueva York, con el pianista Alexander Kobrin, considerado uno de los mejores en el mundo y quien ha ganado múltiples premios por sus obras.

Para alcanzar este logro tuvo que realizar audiciones junto a otros músicos, de diferentes partes del mundo, que también anhelaban esta oportunidad para su carrera. Luego viajó a París a realizar algunas presentaciones.

'Me sentí muy honrado de aprender del gran maestro Kobrin. Fuí el único hondureño en estar ahí, así que fue doblemente fascinante', expresó del Cid.

Gracias a esta experiencia Jorge recibió el ofrecimiento de audicionar, dentro de dos años, para ingresar al Conservatorio de París. 'Dejó impresionado a los europeos, quienes no sabían que en Honduras hay gran talento para la música clásica', dijo Oscar Barahona, maestro de la Academia D'Cámara.

Si Jorge logra ingresar al conservatorio de París sería el primer hondureño en realizar estudios en ese lugar, algo que le llena de ilusión y que desea alcanzar.

Desde los nueve años este joven hondureño ha mostrado pasión y talento por la música. Según su maestro, practica alrededor de ocho horas diarias lo que le ha llevado tan lejos su corta edad.

Foto: La Prensa


'Sin dudarlo, Jorge se convertirá en el pianista referente de Honduras en el futuro ya que posee un talento extraordinario y tiene mucha solvencia y seguridad', afirmó Barahona.

Al verlo tocar el piano cualquiera comprende, de inmediato, la razón por la que Jorge fue galardonado con esta gran experiencia y es que las yemas de sus dedos se deslizan con suavidad, pero con mucha rapidez sobre las teclas de este instrumento al interpretar piezas de Chopin y Bach.

Cuando no está frente al piano en su cabeza tararea melodías de grandes pianistas como Alfred Cortot, Vladimir Horowitz, entre otros, y afirma en que no concibe su vida sin la música.

'Vivo para la música y sueño con enorgullecer a mi país', concluyó.