“Toda la madrugada pasé escuchando noticias y orando a Dios para que no fuera a pasar nada malo. Lastimosamente, en la playa, por la mañana, vi cómo el mar había dejado como pueblo fantasma los negocios de los que comen nuestras familias”.
Así explicó Carmen Vásquez, pobladora afectada de Omoa, la destrucción en el barrio La Playa, causada por las vientos y las marejadas que dejó Matthew la madrugada del viernes.
Ocho restaurantes, una discoteca y varias construcciones fueron perjudicadas.
El subcoordinador del Comité de Emergencias Municipales de Omoa, Gustavo Cabrera, indicó que lo preocupante es si el mal clima continúa porque se pueden presentar peores pérdidas materiales y hasta humanas.
“El mar ha sido implacable, ha cortado hasta el paso de la calle principal de la playa, donde está la mayoría de hoteles y restaurantes”. Cabrera agregó que también se dañó el sistema de agua potable en varias comunidades cercanas a la frontera en Corinto.
Las fuertes olas están socavando la carretera CA-13 y en cualquier momento podrían dejar incomunicada esa zona del país. La solución a corto plazo sería que la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Soptravi, construyera un muro. El representante de la Cruz Roja de Omoa, Moisés Castro, dijo que no poseen mucho equipo para atender emergencias. “Sólo tenemos una lancha sin motor, dos ambulancias, una de ellas buena y la otra a medias, y 25 socorristas voluntarios”.
Las autoridades municipales dijeron que en caso de evacuación ya han contratado varias lanchas privadas de las que sólo pagarían el combustible para trasladar a las personas a los albergues.
Calma en el puerto
En Puerto Cortés no se reportaron mayores consecuencias, indicó el alcalde Allan Ramos. “La ciudad fue bendecida por la mano de Dios, ya que sólo se registraron pequeños daños materiales y ciertas filtraciones de agua en algunas viviendas del sector garífuna y los bajos de Baracoa, pero nada de alarma. Los cuerpos de socorro estuvieron listos para responder, pero no hubo necesidad”, relató.
El comandante de bomberos Hernán Canales dijo que se reportó un ligero inconveniente en el barrio San Ramón con el crique de Quilimaco, el cual fue controlado.
El gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Giovanni Santos, dijo que se presentaron daños en el sistema eléctrico por los rayos y la caída de ramas.
El Comité de Emergencias Municipal sigue en alerta, con seis albergues listos y 500,000 lempiras para los gastos de emergencia.