Los cubanos vivieron ayer un día en calma, pero inquietos por su futuro ante la ausencia de Fidel Castro el sábado en un desfile militar, que muchos interpretaron como el inicio de una nueva era y la despedida de quien los lideró durante medio siglo.
Tras la conmoción inicial, la vida en la isla sigue su rutina, aunque un comentario general enrarece el ambiente. Para los cubanos, el hecho de que Fidel Castro no asistiera a la cita que él mismo fijó para celebrar sus 80 años, fue una señal de que el deterioro de su salud es más serio y que será muy difícil que pueda volver al mando, al menos como antes.
Desfile
En 48 años de revolución, Fidel Castro estuvo por primera vez ausente en un desfile militar y fue su hermano Raúl, a quien cedió temporalmente el poder el 31 de julio, quien presidió los actos en la emblemática Plaza de la Revolución, junto a la primera plana del Partido Comunista, PCC, y de las Fuerzas Armadas, FAR.
Durante la revista el sábado, el presidente provisional de la isla, Raúl Castro, no comunicó ningún mensaje de Fidel.