En dos pequeñas zonas de El Merendón, en Choloma, las autoridades encontraron que los pobladores están deforestando con el fin de sembrar.
En un recorrido, personal de la Unidad de Medio Ambiente y efectivos de la 105 Brigada constataron que gracias a la labor de hacer conciencia en gran parte de la reserva no hay tala ilegal del bosque. El recorrido comenzó por el sector de Bijao y terminó en la comunidad de la Jutosa, adonde sólo se pudieron detectar dos pequeñas zonas que han sido afectadas por la tala; las autoridades de ambiente hicieron los requerimientos correspondientes.
El jefe de la UMA, Miguel Alvarado, solicitó al Instituto de Conservación Forestal, ICF, un proyecto del manejo de las microcuencas con el fin de evitar la deforestación indiscriminada de la reserva. En el sector de Choloma se encuentran las microcuencas El Chorrerón, El Bambú, La Jutosa, El Ocotillo y Las Flores, adonde las autoridades de la UMA, por medio de los operativos, identificarán los problemas ambientales.
“Uno de los primeros puntos será reforestar las microcuencas adonde sus habitantes desarrollan diversas actividades como el cultivo de cacao, hortalizas, café, frutales y ganadería extensiva, pero bajo los requerimientos de la UMA”, expresó Alvarado.
“En Choloma necesitamos mayor apoyo del Gobierno, porque con esfuerzo propios hemos mantenido un control en la zona. En la temporada de verano es cuando más necesitamos vigilancia para evitar las quemas en el bosque. Haremos operativos sorpresas por lo menos dos veces al mes”, aseguró el jefe de la UMA.
El guardabosque de El Merendón, Pablo Rodríguez, aseveró que están concienciando a los campesinos con nuevas formas de siembra y el manejo del bosque, “porque nuestro mayor objetivo es la protección de las fuentes de agua”.
Los campesinos reciben nuevas técnicas para tener mayor producción, sin usar métodos que afecten el suelo y la flora de la montaña.
“Estamos sembrando con los manejos adecuados, lo que nos permite mantener un control para evitar la deforestación. Los pobladores saben que si cortan un árbol tienen que sembrar cinco o más, porque tenemos que cuidar nuestro lugar de vida”, manifestó Rodríguez, quien también reside en la montaña.
Las autoridades trabajan con las comunidades Santa Marta, San Isidro, Las Flores, El Rancho, Buena Vista, Bijao y Río Nance.
“Desde hace 16 años hemos venido sembrando sin necesidad de quemar; esto nos ha beneficiado porque no se pierde la fertilidad del suelo. En la zona hay gran variedad de animales como tigrillos, venados y muchas especies de aves”, agregó Rodríguez.
Los pobladores manifestaron a LA PRENSA que el problema más grande que tienen es el mal estado de las vías, lo que les perjudica para sacar su producción a los mercados de Choloma.
