Embargada de emoción, la ex rehén Ingrid Betancourt agradeció ayer a la Virgen María en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes la liberación de todos los rehenes y rogó por los que aún quedan en la selva.
'Gracias, María, gracias por mi libertad, gracias por la vida', declaró en la gruta de Massabielle Ingrid Betancourt, junto a monseñor Jacques Perrier, arzobispo de Tarbes y de Lourdes, que acababa de rezar el ángelus. 'Te suplico mi María querida, te quiero tanto, cuida de quienes quedaron tras de mí, te necesitan, necesitan tu fuerza, tu esperanza y tu luz', añadió la ex rehén.