Tegucigalpa, Honduras
Hondureños de todas las edades se agolparon ayer en los centros de salud de Francisco Morazán y Cortés para recibir la vacuna contra la influenza AH1N1 durante el primer día de la jornada preventiva de esa enfermedad que ya ha acabado con la vida de diez personas.
Niños, adolescentes vulnerables y mayores de 60 años llegaron antes de las 5:00 am a los centros de salud y organizaron extensas filas para salir más tarde “blindados” contra la enfermedad.
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Roberto Cosenza, viceministro de Salud, quien recorrió el departamento de Cortés, calificó la jornada como “histórica” porque “los hondureños llegaron masivamente”.
De manera preliminar, la Secretaría de Salud registró hasta las 4:00 pm de ayer más de 2,340 vacunados en el municipio de San Pedro Sula, y 4,685 en Francisco Morazán.
En el primer día de la semana, la Secretaría de Salud solamente vacunó en estos dos departamentos “porque son los más afectados por la influenza AH1N1”, explicó Cosenza.
Empujados por el temor a la muerte que causa la AH1N1 en pacientes que ya sufren una enfermedad crónica, en los centros de salud se vacunaron 10,000 hondureños. Llegaron más, sin embargo, no todos lograron recibir la vacuna dado a que no todos califican como prioritarios.
“Yo me vacuné como a las 9:30 de la mañana. Vine porque hace poco tuve gripe, soy hipertenso y peso 220 libras, debo pesar 180”, explicó Porfirio Muñoz, mayor de 60 años y residente del barrio Medina de San Pedro Sula.
Cecilia Ordóñez, epidemióloga de la Región de Salud de Cortés, dijo que las personas que deben asistir a los centros de vacunación son los “diabéticos, hipertensos, enfermos crónicos, personas mayores de 60 años y niños mayores de seis meses con enfermedades, mujeres embarazadas y grupos especiales, como trabajadores de salud y de granjas avícolas”. “Nuestra meta es alcanzar más de 80,000 personas en San Pedro Sula”, agregó Ordóñez.
En el primer día, por ser el inaugural, la Secretaría de Salud vacunó en los centros de salud, pero a partir de este día, decenas de brigadas de médicos y enfermeras llegarán a los barrios y colonias.
“Gracias a los medios de comunicación hemos tenido una respuesta satisfactoria. Ha habido una presencia masiva. Esperamos que todos los días sean igual como este. Pero queremos que las personas entiendan que si están sanas, que no padecen una enfermedad, no se les aplicará la vacuna”, dijo Juan Ramón Medina, director del centro de salud Miguel Paz Barahona de San Pedro Sula.
