El pato chancho o cormorán sigue acabando con todos las especies de peces en la represa hidroeléctrica Francisco Morazán y de paso terminando con el medio de subsistencia de unas 700 personas: la pesca artesanal.
El pato chancho o cormorán es un ave que puede medir entre 68 y 73 centímetros y alcanza un peso de 1,500 gramos.
Elías Montes, presidente de los pescadores de El Cajón, relató cómo los patos “me tiene jodido, aquí ya no se saca nada, ahora sacar cinco libras es para gritar de felicidad; antes era 100, 200, 300 libras, por eso todos se fueron para Estados Unidos, no hay peces, los patos se comen los alevines”.
El muchacho explicó que incluso la empresa Aqua Finca Real Springs, que antes soltaba 1.2 millones de alevines al año a la represa para que crecieran, “dejó de hacerlo porque “cayeron en razón que lo único que estaban haciendo era engordar patos”.
Son miles
Se realizó un recorrido de un poco menos de una hora en donde se transita de Yoro a una pequeña comunidad llamada La Montañuela, en el municipio de La Libertad, Comayagua.
A partir de ese momento, el sonido que emitían los patos cormorán neotropical- “Palhacrocorax brasilianus”- o llamados también patos chanchos incrementó súbitamente. Estando en el lugar, la realidad superó la imaginación, no eran decenas, tampoco cientos, eran miles y miles de nidos de patos chanchos en los árboles, emitiendo sonidos agudos, comiendo de la boca de sus madres y vomitando los alevines que no se podían tragar. Los pedazos de pescados caían del suelo, Elías Montes comenzó a recogerlos en una bolsa. “Sume lo que se comen los patos que andan en el agua, ¿cómo cree usted que en la represa se van a encontrar peces grandes?, eso jamás va a pasar”, cuestionó.