21/05/2025
05:50 PM

'Comida en su mesa” le pondrá fin a la especulación

Activarán la Fuerza de Tarea que asegurará la producción sostenible de alimentos a precios asequibles, según la promesa dada por el presidente Juan Orlando Hernández

    San Pedro Sula, Honduras

    Martha de Sing, una ama de casa que llega todos las semanas a comprar al mercado Dandy, está entusiasmada porque ha escuchado que aumentará la producción de granos básicos y sabe que el precio de la libra de frijoles no volverá a subir.

    Sing es una clienta leal de su tocaya Martha Chávez, quien le vende la libra de frijoles rojos a 13 lempiras, la libra de maíz a 5 lempiras, el arroz blanco a 9 lempiras y el arroz precocido a L11.00.

    “Los frijoles ahora están baratos. Hace varios años, mi esposo venía a comprar y pagaba más de L20 por la libra”, recuerda. Ella cree que “las malas cosechas y algunos comerciantes que quieren ganar más encarecen los productos”.

    Sing no conoce con precisión los factores que han incidido para que los precios de granos básicos hayan experimentado una reducción ostensible; sin embargo, tiene la vaga idea de que el Gobierno está incentivando la producción y mantenieno a raya a los especuladores, llamados coyotes.

    Causas

    Desde 2014, el Gobierno, por medio de la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Desarrollo Económico, comenzó una campaña fuerte para aumentar la producción de granos y vigilar a los comerciantes que, usando el argumento de la escasez, disparan los precios.

    Jeovany Pérez, director ejecutivo de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta), recuerda que cuando él asumió ese cargo, “en 2010 el precio del frijol (la carga) costaba cerca de los L5,000 y Honduras se vio en la necesidad de importar”.

    Pero en los últimos cuatro años, la administración de Juan Orlando Hernández -dice Pérez- evitó que el país comprara esos granos en el mercado exterior.

    El Gobierno dio un paso determinante al crear el Programa Nacional para la Reactivación del Sector Agroalimentario de Honduras (Firsa) para “financiar a los pequeños, medianos y grandes productores” de todos los sectores.

    Por medio de este fondo ha integrado y creado vínculos entre productores, supermercados, empresas distribuidoras de fertilizantes, insecticidas, fungicidas y otros insumos.

    Particularmente, para incrementar la cosecha de frijoles creó la “cadena del frijol” con el objeto de garantizar un precio mínimo de mil lempiras (el quintal) a los productores.

    A través de Dicta, entidad que apoya técnicamente al sector agrícola, ha liberado semillas mejoradas de frijol, arroz y sorgo. “Estos materiales son altamente productivos y resistentes a plagas y han llegado a los productores por medio del Bono para una Vida Mejor. Gracias a las medidas del presidente Hernández, el sector agrícola está en mejor situación”, dice.

    Con esos proyectos y el desarrollo de sistemas de riego en áreas afectadas por sequías logró incrementar la producción de estos granos. La cosecha de frijol, para el caso, pasó de 1.5 millones de quintales (2013) a tres millones en 2017.

    Honduras atravesó por penurias en 2015 y se vió en la imperiosa necedidad de importar frijoles, ahora cubre sobradamente su propia necesidad (con dos millones de quintales) y se da el lujo de exportar un millón de quintales.

    Clave

    El país registra una mayor producción porque la Secretaría de Agricultura, dirigida hasta finales de 2017 por Jacobo Paz, instauró en los primeros dos años de administración (2014 y 2015) un modelo de cadenas a través de pactos suscritos por agricultores, instituciones del Gobierno, industriales y consumidores.

    En este momento, el sector agroalimentario posee la cadena del arroz (que tiene más de 15 años de exisitir), cadena del frijol, maíz, hortícola, cebolla, papa y productos de exportación, como el cacao.

    “Estos convenios han ayudado a los productores a mejorar sus ingresos. Normalmente recibían entre L400 y L450 por el quintal (de frijol). Al no ser rentable, la gente deja de sembrar o siembra mal, pues no usan semilla mejorada, no usan insumos adecuados. Con un precio de mil lempiras, los productores mejoran la rentabilidad y continúan produciendo”, argumenta.

    Las cadenas de producción, al mismo tiempo, provocan un efecto dominó positivo en el mercado y en la economía de los hogares: los consumidores adquirieren productos sustitutos, sucedáneos y complementarios a menores precios.

    Paz ejemplifica que “hay un convenio del maíz que usa la industria de las harinas y del maíz para alimentos balanceados para animales. Con esos convenios se mantienen los precios estables de este grano y se controla el precio de la carne de pollo, huevos, carne de cerdo y la leche”.

    Tras estabilizar el sector agrícola, el presidente, al tomar posesión, anunció que creará la “Fuerza de Tarea para asegurar la producción de alimentos a precios accesibles y el abastecimiento y distribución a través de los mercados”.

    El plan de esta iniciativa, denominada Comida en su mesa,

    Agricultura debió estar listo el fin de semana (límite anunciado por el Presidente) y deberá ejecutarlo, en primera instancia, en el valle de Sula y Tegucigalpa. No obstante, el presidente Hernández comenzó a realizar las primeras diligencias del programa Comida en su mesa al visitar unos 80 horticultores de Lepaterique, Francisco Morazán.

    Hernández les dijo que el Gobierno está dipuesto a otorgarles financiamientos para que compren “camioncitos” y transporten los alimentos a los barrios y colonias de la capital para acercarlos a los consumidores y que estos los compren recién cosechados.