Ante la amenaza de inundarse, un grupo de pobladores de los excampos bananeros de La Lima, Cortés, intentaban ayer cerrar una filtración de un bordo localizado en Finca 16, el cual ya había sido supuestamente reparado, pero está dañado.
Los dirigentes de patronatos y los vecinos hicieron pequeños gaviones con piedras y sacos con tierras para tapar el agujero por donde corría el agua para otras aldeas, constató LA PRENSA en un recorrido por zonas afectadas por los torrenciales de los últimos días, que a nivel de país dejaron dos víctimas mortales y más de 30 mil afectados.
Las acciones de los campeños comenzaron desde el fin de semana, cuando el río Ulúa alcanzó niveles máximos producto de las lluvias a consecuencia del frente frío y un sistema de baja presión que golpearon Honduras.
José Arístides Canales, uno de los dirigentes de la comunidad, indicó que, a pesar de las reparaciones realizadas en el bordo, quedó una alcantarilla abierta, lo que produjo la fuerte filtración. Hay dos aberturas grandes
Pese a que desde la dirección regional de la Secretaria de Infraestructura y Transporte (SIT) desde hace dos meses les informaron que el presupuesto casi estaba disponible, nunca arrancaron las obras. Necesitan una ejecución urgente.
Temor
A la comunidad de los excampos bananeros le pesa que desde abril comunicaron sobre los daños de los bordos y las aberturas. Ahora que la filtración se produjo, están obligados a esperar que el agua baje.
Los pobladores tuvieron que buscar cómo reparar y sellar para que aldeas, como Monterrey, Palos Blancos, El Paraíso, la 70 , Rubí Voluntades Unidas y las Filipinas, no resultaran inundadas.
En la comunidad de Soberanos, siempre en el margen del río Ulúa, aunque en los bajos de El Progreso, Yoro, los dirigentes de patronatos tienen identificado un bordo mal construido, pues el material que utilizaron no era el adecuado, criticaron.
Juan Carlos Arita, dirigente de Soberanos, dijo que aún están en zozobra por la crecida del afluente, pues los bordos están en mal estado y consideran que son una bomba de tiempo.
Arita hace referencia a un bordo que se construyó hace dos años, pero en cual sobrevive una filtración, pues no utilizaron el material para compactar. “Y esa es la preocupación que tenemos, por la saturación agua y la crecida del rio”.
Los bajos de El Progreso han sufrido pérdidas en cultivos de maíz y yuca. Los agricultores y la población en general ya no sabe cómo reponerse a las inundaciones.
Ante el temor por la crecida del rio Ulúa que estaba en alerta roja muchos pobladores de los excampos salieron de sus moradas con las los enseres domésticos, comentaron pobladores a LA PRENSA Premium.
La municipalidad de El Progreso informó que tenían seis albergadas en educativos unas 400 personas que evacuaron por precaución.
Daños
Otros de los municipios afectados por las lluvias es Omoa, en Cortés, donde han caído casi 500 metros cúbicos de agua, según el departamento de Hidrología del valle de Sula.
Lo anterior ha provocado deslizamientos en las montañas que han interrumpido el paso en la carretera de Cuyamel, así como en caminos hacia las aldeas en las montañas.
En ese municipio murió Delvin Josué López, de 23 años, tras ser arrastrado por la corriente de una quebrada del río Cuyamel.
Las viviendas de familias de la comunidad de Cuyamelito sufrieron inundaciones y aún ayer trataban de sacar el lodo de sus casas, las cuales tuvieron que abandonar por la crecida de las corrientes.
En Quimistán, Santa Bárbara, los suelos están saturados, provocando derrumbes que dejan incomunicados a varios poblados.
El alcalde de Quimistán, Rubén Darío Pacheco, manifestó que tienen mas de siete mil personas incomunicadas en 26 comunidades en la zona norte del municipio. Desde hace siete días no pueden salir para abastecerse de alimentos. La situación era crítica todavía ayer, por lo que sorprendió se bajó el nivel de alerta a amarilla en el departamento de Santa Bárbara.
“Hacemos un llamado a las autoridades porque se necesita mantener el nivel de alerta roja en Quimistán y Omoa”, alertó el alcalde.
Las autoridades municipales afirmaron que han recibido ayuda de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (conocida como Copeco) y de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pero no han podido llegar llegar con las Fuerzas Armadas a las zonas incomunicadas.
Informe
Luis Fernando Salinas, elemento de Operaciones de Copeco, apuntó que hay 6,720 familias afectadas, 129 damnificados, 232 evacuados y 293 albergados. Desde el 2 de noviembre, cuando inició el frente frío, han habido 30 mil personas afectadas. El último reporte oficial da cuenta de dos víctimas mortales: el joven de Omoa y una estudiante en Cofradía, San Pedro Sula. Esta última también falleció arrastrada por una corriente.
De un hombre muerto en La Iguala, Lempira, dijeron que esperaban el reporte de Bomberos y Cruz Roja.El ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhi), Octavio Pineda, señaló las lluvias afectaron 47 municipios en 12 departamentos, sobre todo en el valle de Sula, que son Omoa y Puerto Cortés.
“Nosotros hemos invertido durante la época de verano unos 140 millones de lempiras en reparación de bordos, cajas puentes, puentes hamacas“, agregó.
Dijo que solicitaron a la Secretaría de Finanzas 100 millones de lempiras para tender los problemas actuales en red vial.
