Desde pequeña soñó con ser maestra, ya sus 19 años lo logró. Así comenzó a forjar su carrera docente.María Auxiliadora Aguilar Gómez, desde que egresó de laEscuela Normal España Villa Ahumada en Danlí, ahora centro regional universitario de laUniversidad Pedagógica Francisco Morazán en el año 1993.
La maestra auxiliar relató a LA PRENSA que, fue el ejemplo de su maestra de tercer grado quien la inspiró a decidir que sería maestra toda su vida, y así lo ha venido haciendo durante 30 años.
Su pasión por enseñar ha sido tanto que, después de recibir su título como maestra de educación primaria decidió estudiar en la UPNFM la licenciatura en Orientación Educativa, para ayudar profesionalmente a sus alumnos a ser grandes seres humanos y útiles a la sociedad hondureña.

“Disfruto ser maestra desde cuando me gradué, he sido y soy maestra que construye”, contó.
Aguilar, agregó que igual como disfruta ser maestra, también lo es ser madre, ya que esta profesión le permitió guiar y formar a sus dos hijos y llevarlos donde ella laboraba, casi siempre lo hizo en instituciones privadas.
Aguilar mencionó que, no hay cosa que más disfrute que abrazar a sus alumnos y más a los niños, que lo hacen con toda sinceridad.
Momentos difíciles
En el año 2016, la profesora María Auxiliadora comenzó a trabajar en un centro educativo público de manera interina, alegría que todo docente persigue de llegar a trabajar en el sistema público, hasta ser permanente.
No obstante, la alegría le duró poco, puesto que fue diagnosticada con cáncer de tiroides, y al momento de tomar su tratamiento le alejó unos meses de seguir con su rutina como maestra.
“Soy sobreviviente de cáncer y esa fase me ayudó a descubrir más mi pasión por enseñar, a descubrir que con Jesús somos más que invencibles, relató entre lágrimas Aguilar.
Detalló además que, fue sólo una pausa en su carrera como maestra y la retomó al salir de sus radioterapias, ya libre de cáncer.
La maestra Auxiliadora, aseguró también que ha pasado por otras enfermedades difíciles, pero que con ayuda de Jesús las venció y ya nada le detiene para seguir enseñándoles a los pequeños.
”Los docentes debemos siempre dar una milla extra, porque son seres humanos los que pasan por nuestras manos y hay que hacerlo con amor y pasión”, detalló.
“Si hay que enseñarle a un niño, hay que bajar a su nivel y si es a un adulto, pues sentarnos a dialogar, eso es lo que hace que esta carrera de docente sea humana”, puntualizó.
La licenciada María Auxiliadora actualmente labora como maestra de educación primaria en la escuela pública Hogar San José en la colonia La Sabana, nombramiento dado reciente tras concursar y por su condición de salud.
Aguilar da clases a distancia en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán sede San Pedro Sula en un programa de Formación a Distancia y dedica horas libres como formadora voluntaria en el hogar de niños San Rafael, sueña con estudiar su doctorado.
Además de maestra, ella dedica tiempo en el ministerio católico llamado La Comunión, dado a que sus raíces desde pequeña es profesar la religión.
