¡Gracias a Dios que estamos vivos!, fue la exclamación de pasajeros del avión de Taca cuando eran auxiliados de la aeronave.
En esta labor participaron elementos del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja Hondureña, Dirección General de Servicios Especiales y personas particulares que se sumaron a la actividad de rescate, el cual se realizó en cuestión de minutos ante la gravedad de la situación. En el interior del avión se vivieron momentos de angustia al inundarse de humo los pasillos del mismo y el temor de que el avión explotara, relató Carlos Melara, uno de los pasajeros que fue de los primeros rescatados. Muchas personas abandonaron la aeronave aún en estado de shock, con la ropa ensangrentada, comentó Armando Sarmiento, jefe de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, que también se sumó a las labores de rescate. Otro personaje que participó fue el empresario Pedro Atala, cuyas oficinas están situadas a escasos metros del trágico accidente.