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Hay 25,000 visitantes en Comayagua para recibir el 2016

  • 31 diciembre 2015 /

La atracción, sin lugar a dudas, es el reloj que fue construido en el año 1,110 y que repicará a las 12 de la noche.

Comayagua, Honduras

Miles de turistas nacionales y extranjeros pasarán la noche en Comayagua, zona central de Honduras, para presenciar el momento cuando el viejo reloj de la catedral de la colonial ciudad marque las 12 de la noche para dar la bienvenida al 2016, algo que viene haciendo desde su construcción en el año 1,100.

Por sexto año consecutivo, las autoridades y habitantes de Comayagua, que se localiza 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, esperan a miles de turistas nacionales y extranjeros para recibir el nuevo año con una actividad artística, cultural y fuegos artificiales.

Los comayagüenses también ofrecerán una variada gastronomía con tamales, cerdo, pollo y pavo horneados, y bebidas, entre otras degustaciones.

El alcalde de la también excapital de Honduras, Carlos Miranda, dijo a periodistas que para hoy esperan a unos 25,000 visitantes y que todo está listo para despedir 2015 y recibir 2016 en un ambiente de paz, fe y esperanza para el país.

Agregó que desde hace cuatro meses se vienen preparando en Comayagua para la celebración de esta noche, que iniciará a las 18.00 horas locales (00.00 GMT).

Medios locales e internacionales, incluidas al menos dos cadenas hispanas de televisión que transmiten desde Estados Unidos, darán cobertura a la llegada de 2016 en Comayagua, una ciudad fundada por los españoles hacia el año 1537, según apuntes históricos.

El reloj de la catedral de Comayagua, con sus números romanos, es considerado el más viejo en América y fue donado a la ciudad hondureña por el rey Felipe III de España, quien gobernó entre 1598 y 1621.

Los datos históricos señalan además que el reloj comenzó a funcionar en 1636 en la iglesia La Merced, donde marcó el tiempo durante 65 años.

Después, en 1711, fue traspasado a la catedral de Comayagua, una de las joyas religiosas más importantes que el país centroamericano conserva de la herencia colonial española.

El reloj, que funciona a base de peso, se ha mantenido sin sufrir ningún daño a pesar de sus 915 años de antigüedad.