Dos candidatos de derecha, un general en jeans que anticipa “mano dura” y un joven empresario tildado de engreído que promete “pena de muerte” son favoritos para la elección presidencial del domingo en Guatemala, un país con millones de desnutridos y azotado por la violencia.
Las cuatro principales encuestas dan al general Otto Pérez, del Partido Patriota, entre 42 y 48% de intención de votos, con 20 puntos de ventaja sobre Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada, Líder, lo que forzaría una segunda vuelta entre ambos en noviembre.
Este duelo entre derechistas -ambos fundadores de sus partidos- es fruto de la impugnación de la candidatura de Sandra Torres, que para burlar una norma que prohíbe a familiares del jefe de Estado bregar por la sucesión se había divorciado en abril del presidente socialdemócrata álvaro Colom.
Y aunque la deuda social es gigantesca -la mitad de la población en la pobreza-, el pánico por la inseguridad y la violencia se adueñó de la campaña en un país donde la tasa de homicidios ronda los 50 por cada 100,000 habitantes, más de seis veces la media mundial.
Problema en alza
Parte de esa violencia proviene de las acciones de los carteles de la droga que han tomado el control de vastos territorios de este país, parte de la llamada ruta centroamericana, por donde circula el 90% de la cocaína consumida en Estados Unidos.
En su nuevo El Dorado, los carteles manejan un negocio que, reconoció el presidente Colom días atrás a la AFP, quintuplica los recursos del país.
“Es muy difícil calcular cuánta coca pasa por Guatemala, pero por lo que dice la DEA (agencia antinarcóticos de EUA), nuestras estimaciones y las incautaciones vendrían a ser 240,000 millones de quetzales”, unos 32,000 millones de dólares o cinco presupuestos anuales, dijo el mandatario. Por ello no sorprende que en el tope de las encuestas aparezca Otto Pérez, gracias a un mensaje primario (“mano dura”) y una millonaria campaña publicitaria.
Líder en los sondeos
El general, con formación en contrainsurgencia, de hablar cortante -hábito adquirido durante 34 años de vida cuartelera coincidentes con la guerra civil que dejó 200,000 muertos- fue muchas veces acusado de violaciones de los derechos humanos, aunque nunca juzgado.
Quienes lo acusan “no encontraron nada, porque no hay nada”, espetó Pérez, con inocultable molestia, cuando periodistas de la AFP lo interrogaron sobre el tema. “No tengo nada que esconder, nada de que avergonzarme. Siempre actué dentro de la ley”, afirmó con tono castrense.
Táctica
Su rival Manuel Baldizón es hábil para los mensajes de impacto y en sus mítines invoca a Dios y promete aplicar la pena de muerte.
Pero también se anticipa a desgranar un rosario de medidas populistas que ni la izquierda se animó a soñar, como el pago de un decimoquinto salario anual a los trabajadores o clasificar a la selección a un mundial de fútbol.
Siempre con sus lentes inconfundibles -“nunca me quito los anteojos; además, las personas dicen que me parezco a Clark Kent”-, Baldizón es un tránsfuga ideológico que en tres elecciones estuvo en tres partidos diferentes, el último fundado por él.
El que gane las elecciones hereda un Estado camino a la bancarrota, en parte responsabilidad también de esos mismos hoy presidenciables, que bloquearon año tras año en el Congreso los intentos de Colom de una reforma fiscal. Guatemala, donde la recaudación llega apenas al 10% del PIB y la evasión de empresas y sectores no asalariados es gigantesca, cerrará 2011 con un déficit fiscal de 3% y un proyecto de presupuesto para 2012 por 7,570 millones de dólares, el más alto en la historia.
Termina campaña electoral para comicios generales
La campaña electoral para los comicios generales de mañana en Guatemala, en los que se elegirá al sucesor del presidente Álvaro Colom, terminó oficialmente ayer con un llamamiento de los candidatos para que los ciudadanos acudan a las urnas.
Fuentes del Tribunal Supremo Electoral, TSE, explicaron a los periodistas que, de acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos, desde las seis de la tarde están prohibidos la publicidad y el proselitismo. También quedan prohibidas las encuestas y desde hoy, durante 48 horas, habrá ley seca en Guatemala, es decir que no están permitidos la venta ni el consumo de licores.
Los principales candidatos a la Presidencia, Otto Pérez Molina del derechista Partido Patriota, PP, y Manuel Baldizón de Libertad Democrática Renovada, Líder, dieron ayer sus últimos discursos de campaña en los departamentos de Jutiapa y Petén, respectivamente. “Estoy listo para ganar en la primera vuelta”, dijo Pérez Molina, un general retirado del ejército de 60 años, a cientos de sus seguidores en Asunción Mita (Jutiapa).
Baldizón también reiteró su promesa de aplicar la pena de muerte y dar un bono extra a todos los trabajadores si llega a la primera magistratura del país centroamericano.
El candidato del PP, según las encuestas, es el favorito para ganar las elecciones generales del domingo, pero los votos no le serán suficientes para evitar una segunda vuelta electoral, que el TSE ha programado para el próximo 6 de noviembre entre los dos aspirantes que reciban más votos. Según la Ley Electoral, para ganar la Presidencia en una sola vuelta es necesario que un candidato obtenga el 50% más un voto de los sufragios válidos emitidos en las votaciones.
El académico Eduardo Suger, de Compromiso, Renovación y Orden, Creo, que aparece en tercer lugar con una intención de voto del 11.5 %, les pidió a los guatemaltecos acudir a las urnas y votar por una opción diferente.
