A pesar de las preocupaciones de expertos ambientales, el ministro de la Secretaría de Recursos Naturales, Lucky Medina, afirmó que un estudio técnico está en marcha para evaluar el impacto ambiental mínimo de la construcción de una cárcel en la Isla del Cisne.
El proyecto, impulsado por el actual gobierno, busca albergar a alrededor de 2 mil reos de alta peligrosidad.
El jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras recientemente solicitó un análisis de “costo-beneficio” para la megacárcel en el Caribe.
En respuesta, Medina destacó que más de 30 profesionales especialistas están trabajando para garantizar que las medidas propuestas en el estudio minimicen el impacto ambiental.
Sin embargo, el proyecto ha generado fuertes críticas por parte de analistas y ambientalistas, quienes argumentan que el Gobierno debería priorizar otras necesidades más urgentes en el país.
Organizaciones como el Colegio de Biólogos de Honduras han expresado un rechazo contundente a la construcción de la cárcel, señalando el potencial daño ambiental en un refugio natural que alberga diversas especies marinas y otros recursos naturales.