Tegucigalpa, Honduras.
Un signo de devoción, fervor y amor por Dios hecho hombre y muerto en la cruz por los pecados del mundo se vivió la noche del viernes en la capital con la procesión del Santo Entierro.
Miles de capitalinos y turistas acudieron a la celebración de este acto litúrgico que cerró la jornada de reflexión desarrollada el Viernes Santo.
Más que una procesión para los Caballeros del Santo Entierro, encargados de cargar en hombros la urna, el Santo Entierro es una forma de agradecer a Dios su sacrificio por el mundo.
Mario Raudales, presidente de la Asociación de los Caballeros del Santo Entierro, dijo que son más de 80 años en los que este grupo se ha dedicado a preparar una procesión para que la población pueda vivir este signo del amor de Dios.
Según el padre Carlos Rubio, párroco de la iglesia San Martín de Porres, estas imágenes también transmiten un mensaje, que en este año es de misericordia. “Tenemos todas las obras de misericordia que debemos practicar, darle de beber al sediento, darle de comer al hambriento, visitar al preso, vestir al desnudo, visitar al enfermo, todas estas obras de misericordia que las tenemos aquí”, explicó.
“Este es un hermoso mensaje de consolar al reo, consolar al triste o afligido, comenzar a orar por lo vivos y los difuntos, sufrir con paciencia los defectos, son obras de misericordia”, agregó. Rubio dijo que como cristianos se debe recordar que el centro de la iglesia es ser misericordiosos “porque esa es la grandeza de Dios”.
Un signo de devoción, fervor y amor por Dios hecho hombre y muerto en la cruz por los pecados del mundo se vivió la noche del viernes en la capital con la procesión del Santo Entierro.
Miles de capitalinos y turistas acudieron a la celebración de este acto litúrgico que cerró la jornada de reflexión desarrollada el Viernes Santo.
Más que una procesión para los Caballeros del Santo Entierro, encargados de cargar en hombros la urna, el Santo Entierro es una forma de agradecer a Dios su sacrificio por el mundo.
 Cientos de capitalinos y turistas se reunieron en las afueras de la Catedral y sus alrededores para apreciar el acto.
|
Según el padre Carlos Rubio, párroco de la iglesia San Martín de Porres, estas imágenes también transmiten un mensaje, que en este año es de misericordia. “Tenemos todas las obras de misericordia que debemos practicar, darle de beber al sediento, darle de comer al hambriento, visitar al preso, vestir al desnudo, visitar al enfermo, todas estas obras de misericordia que las tenemos aquí”, explicó.
“Este es un hermoso mensaje de consolar al reo, consolar al triste o afligido, comenzar a orar por lo vivos y los difuntos, sufrir con paciencia los defectos, son obras de misericordia”, agregó. Rubio dijo que como cristianos se debe recordar que el centro de la iglesia es ser misericordiosos “porque esa es la grandeza de Dios”.
