El huracán Félix, esperado con tanta preocupación por la ciudadanía, no dejó mayores consecuencias en esta ciudad y sus alrededores, en donde las lluvias que imperaron por algunos tramos del día hicieron recordar los embates de Mitch.
Aunque se había anunciado que desde la madrugada del martes se sentirían las ráfagas de viento y aguaceros, fue hasta las 11.15 de la mañana de ayer que se dieron las primeras lluvias.
En la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, se informó, cerca de las cinco de la tarde, que no había mayores novedades en el municipio de La Ceiba y sus alrededores.
El subcomisionado regional, Baldemar Alvarado dijo que las cifras de incidencias reportadas eran pocas. 'Gracias a Dios, no se han reportado mayores daños. En los monitoreos se indica que no se han tenido consecuencias graves que lamentar.
'Se aclara que todos los pasos en las carreteras están normales, hay un puente dañado desde semanas atrás en la comunidad de Matarrás, en Esparta, pero no fue por estas lluvias', informó el funcionario.
Las cantidades de lluvia que se midieron ayer en el término de una hora fue de 43 milímetros. 'Esto es significativo, ya que si las lluvias siguieran por varias horas significaría que la ciudad se inundaría', dijo, con un pluviómetro en mano, el ingeniero Arturo Jovel, miembro de Copeco.
En horas de la tarde se enviaron 80 colchonetas y frazadas al municipio de San Francisco y otros puntos de la región, como parte del proceso de atención a los afectados.
En el Comité de Emergencias Municipales, Codem, con sede en la alcaldía de la ciudad, se tenía un equipo para rescate, así como con un número significativo de socorristas.
'Tenemos la logística necesaria para responder en caso de emergencias, se han girado las instrucciones para que el personal se dezplace a cualquier punto de la localidad para brindar ayudas a los afectados, si es que se presenta el caso', apuntó el alcalde ceibeño, Milton Simón.
El anuncio de la llegada del huracán dio lugar a que las gasolineras estuvieran abarrotadas, asimismo los supermercados y tiendas.
Las oficinas gubernamentales cerraron sus puertas, lo que hizo de la ciudad un sitio con poco tráfico y una baja en las compras. Los 280 presos de la cárcel de barrio Inglés fueron trasladados a la Granja Penal por su seguridad.
Consecuencias
No hubo clases
La jornada lectiva estuvo afectada en todos sus niveles debido al acuerdo que se mantiene entre Copeco y la Dirección Departamental de Educación.
Intransitables
Las calles de la localidad se inundaron en cuestión de minutos, pero después de algunas horas de calma en las lluvias, los niveles bajaban con rapidez.