La constante extracción de arena en el río Chamelecón mantiene atemorizados a los pobladores de la aldea Chotepe ante el peligro que corren por el tremendo daño ambiental que se produce.
En medio del temor y el desinterés de las autoridades por construirles una escuela, tuvieron que ingeniárselas y sacar ventaja de la extracción.
El patronato encontró una salida y decidió que la empresa Agregados Adelaida, a la cual le otorgaron la concesión en esa área, les construya tres aulas de la escuela a cambio de las ganancias que obtienen al sacar el material.
Las opiniones en esta aldea son encontradas y más entre los habitantes de las colonias Mi Esperanza y Brisas del Canadá, quienes han realizado constantes llamados a las autoridades para que frenen las extracciones o por lo menos las regulen; también están conscientes de que es la única manera de tener una escuela porque hasta el momento ninguna autoridad ha mostrado interés en llevar educación a la aldea.
La edificación de la escuela empezó hace más de un año, pero aún no está terminada, mientras los 305 niños tienen que recibir clases a la intemperie, bajo el sol y el polvo característico de la temporada.
Los vecinos que se sienten afectados enviaron notificaciones al Departamento Municipal de Justicia, con copia a la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula, la Fiscalía del Medio Ambiente y la División Municipal Ambiental, Dima, pero, hasta ayer, representantes de Dima realizaron una inspección y manifestaron que todo estaba en orden, que la concesionaria no estaba cometiendo ningún daño y que tenían los permisos en regla.
Recorrido
Un equipo periodístico de Diario La Prensa recorrió las orillas del río Chamelecón y la actividad es impresionante; es común ver retroexcavadoras cargando volquetas dentro y fuera del río, las cuales para entrar y llevar el material pasan sobre el bordo que protege a las comunidades.
La gráfica muestra el estado de los gaviones. Dima dice que no hay daños a la infraestructura.
'Si hablamos nos puede pasar algo, aunque sabemos que si en este momento hubiera una crecida nos inundaríamos porque el bordo está dañado', dijo una pobladora que pidió no ser identificada.
La denuncia en poder de las autoridades, redactada y enviada el 13 de febrero de 2006, establece que están destruyendo los bordos, e incluso se han llevado las piedras de los espigones o gaviones.
Ya tenían conocimiento
El juez de policía, Alcides Sánchez, confirmó la existencia de la denuncia, pero justificó que no se ha accionado por la falta de personal. Sánchez aseguró que la próxima semana contratarán más personal y pondrán vigilancia permanente en sitios como el denunciado.
Los pobladores se quejan porque el paso de las volquetas por las colonias mencionadas ha afectado las vías respiratorias de decenas de personas.
'No se puede salir por la calle porque cuando llueve es un lodazal tremendo y en temporada seca el polvo no se soporta'.
En la denuncia, los colonos señalan que las volquetas han atropellado personas y otros han quedado lisiados, pero por temor a que les hagan daño no han presentado cargos.
Esto fue desmentido por los encargados de la concesión.
Los 305 niños reciben clase a la intemperie. Se construyen tres aulas con fondos otorgados por la concesionaria que extrae la arena del río.
Las ganancias que pueden obtener los encargados de realizar las extracciones contrastan con la situación calamitosa en que reciben clases los 302 alumnos.
El centro básico República de Canadá funciona en un barracón ubicado en la colonia Brisas del Canadá.
Los alumnos reciben sus clases a la intemperie.
La directora de la institución, Norma Leticia Castro, explicó que la escuela se deterioró tras el paso del huracán Mitch y desde ese momento los alumnos han recibido clases hacinados y al aire libre.
El representante del patronato, Gabino Murillo, explicó que la constructora les ha dado unos 130 mil lempiras y con ello se está levantando la escuela.
'Pedimos ayuda y nadie nos la dio y aunque no estemos de acuerdo con la extracción de arena, algún provecho tenemos que sacarle porque los niños necesitan la escuela'.
El socio de la empresa Agregados Adelaida, Reinaldo Silva, explicó que cuentan con una licencia ambiental y una concesión y operan desde el 2001.
'Nuestra intención es ayudar a la comunidad y lo hemos hecho con la construcción de la escuela, la ayuda se le da al patronato y ellos manejan los fondos; hasta el momento se han otorgado unos 150 mil lempiras y todo lo que han necesitado.
Tenemos más de ocho años de trabajar en este sitio y poseemos un plan de manejo.
El concesionario fue claro: si la construcción de la escuela está atrasada es culpa del patronato, pues mensualmente se les otorga unos tres mil lempiras.
Dima dice que todo está en orden
Los ingenieros Marlon Sierra, Carlos Linares y otros representantes de Dima, haciéndose acompañar por un policía municipal, inspeccionaron el lugar donde se efectúan las extracciones, cumpliendo la denuncia realizada por algunos afectados.
El ingeniero Marlon Sierra, director de protección y control ambiental de Dima, explicó que técnicamente no hay problema y que el aprovechamiento es en el cauce del río.
Sierra detalló que no hay daños en el bordo y lo que se han formado son bancos de arena, por ello se observa el río de esa forma.
El jefe de cuencas hidrográficas, Carlos Linares, indicó que quienes realizan las extracciones tienen una concesión minera no metálica, otorgada por Defomin.
Detalló que en la inspección de campo, el resultado es que no hay daños a la infraestructura de protección, como bordos o gaviones.
Los funcionarios municipales indicaron que el proyecto de la edificación de la escuela es un acuerdo a que han llegado el patronato y la empresa Agregados Adelaida, que es la concesionaria.
Los ingenieros manifestaron que compararán la documentación y revisarán minuciosamente los planes de manejo.
En voz propia
'Tememos denunciar lo que pasa acá, los niños necesitan la escuela, pero deben parar ese saqueo de arena'.
Flor Mejía
Ama de casa
'Tengo seis años de vivir acá y los niños siempre han recibido clases en gran calamidad, necesitamos que supervisen el río'.
Rosa Méndez
Madre de familia
'No estamos de acuerdo en que dañen el río porque los que saldremos afectados somos nosotros'.
Carolina Morales
Ama de casa